GUADALAJARA.— Sonríe, porque esa es la mejor expresión del sentimiento que genera un día tan especial para su carrera. Juan Carlos Ortega llega a Verde Valle acompañado por su preparador físico, Guillermo Platanito Hernández, a bordo de un Mercedes Benz. Viste de traje. Llega elegante a una cita trascendental: su presentación como director técnico de las Chivas Rayadas.
No podía ser de otra forma. Hasta ahora, se trata de la oportunidad de su vida. Es el entrenador rojiblanco número 19 en la era Jorge Vergara, tercero que repite, tras Hans Westerhof y Benjamín Galindo, a quien a hora releva, tal como lo hizo en 2005, aunque de forma interina. Sólo dirigió un par de juegos (victoria y empate).
De todos, parece ser el de perfil más bajo. Pese a eso, conoce la institución. Durante siete años fue auxiliar técnico en el primer equipo. Tras su interinato, emigró para trabajar en la coordinación de selecciones menores. Ha renunciado a ese trabajo, seducido por el natural encanto de ser la cabeza en un equipo grande del futbol mexicano. Hoy, exige compromiso de su equipo, para que Guadalajara vuelva a los primeros sitios y recupere pronto la cima de títulos, que ahora comparte con el América.
“Tenemos el objetivo de funcionar, hacer que el equipo juegue bien, que se reencuentre con el gusto de jugar y veamos un equipo con compromiso común. Respeto el entorno que se ha generado, pero lo más importante será que nos comprometamos, nos interesemos en las necesidades del jugador y eso nos permita amalgamar sus talentos. Creemos en el futbolista y su compromiso”, explica durante una larga charla con los medios de comunicación, que se extiende a 45 minutos.
Juan Carlos Ortega era auxiliar de José Manuel de la Torre cuando el Rebaño Sagrado fue campeón en 2006. Las Águilas habían alcanzado al cuadro rojiblanco en 10 títulos. Aquel domingo en Toluca, el Guadalajara recuperó la cima del futbol mexicano. Hoy quiere repetir dicho escenario.
“La alegría que tuvimos en esa estrella la construimos día a día con Chepo. Sabemos el camino [para ser campeón] y aquel momento lo traslado a este instante. Cuando se tiene tanta historia, con tanto jugador involucrado en el corazón de una afición, es claro que siempre nuestra aspiración como club será estar en primer lugar en todo. Hay que empezar a construir eso, debemos entender que para ser el mejor, necesitamos un compromiso común, para desarrollarnos cada uno en lo que mejor hacemos, para poder ser el mejor en el futbol mexicano. Eso compromete y hay que sentirlo”, añade el nuevo pastor del Rebaño Sagrado.
El hermano de Rafael Ortega, jefe de los servicios médicos de las Chivas y ex presidente de la institución, asegura que el equipo tiene material suficiente para pensar en un mejor futuro. Su primera experiencia con el puesto de director técnico le ilusiona.
“El equipo ha tenido buenas actuaciones, la tarea es involucrarnos en una buena valoración para lograr mejorar. No podemos decir que algo mejorará por casualidad, hay que ser puntual en las necesidades”, establece el nuevo director técnico de las Chivas Rayadas.