La Selección Mexicana disfrazada de América, o el América que se apoderará de la Selección, empató en su primer juego de preparación rumbo a la repesca contra Nueva Zelanda, a un gol con Cruz Azul, por lo que, después de todo, la crisis de quienes heredan al Tri parece contagiosa.
Y es que a como están las cosas, toda práctica es buena. Miguel Herrera estrenó su puesto como doble técnico: América y Tri, en un juego pasado por lluvia, en el que se fue arriba con tanto de Luis Rey, pero fue alcanzado con gol de Luis Perea.
Así para Cruz Azul no hubo revancha de la final pasada, y América se dedicó a seguir sumando, aunque perdió una racha de cuatro victorias en fila. ¿Y Miguel Herrera? Vivió su primer juego con aún más reflectores encima. Puede decirse que este fue su primer juego de preparación al frente del equipo nacional, del que América será la base para alcanzar el boleto al Mundial de Brasil 2014.
Lluvia
La cancha hace sus estragos. El que se acople mejor a ella, será el que saque diferencia. América juega a lo largo, Cruz Azul es más compacto. América juega al error, y Cruz Azul es el que se equivoca más.
El juego es muy parejo. Si Cruz Azul llega con disparo de Torrado, América responde con Jiménez. Si hay un tiro libre a favor de las Águilas, los azules luchan por conseguir otro.
Pero la lluvia es la que gana. Los pases son muy largos, que se atoran, o muy cortos, que se van. Hay choques al por mayor, el duelo se calienta. Sambueza hace corajes, Formica también. Luego, el partido se hace adulto y Cruz Azul se acopla mejor a la cancha. Dos triangulaciones de la casa ponen primero a Formica frente a Muñoz, después a Emana. En ambos casos el balón se va a la tribuna.
Y América responde por medio de Rey, quien se come en experiencia a Pereira. Luis Gabriel también se pone frente a Corona, pero manda el balón a las nubes.
La emotividad a la que y se acostumbraron estos dos equipos no se puede perder y al final del primer tiempo, llega la celebración, producto de un gran centro de Layún, rematado por Luis Rey, quien le ganó toda la posición a Pereira (44’).
Cruz Azul con el mismo plan en la segunda parte: Trabajar la pelota para abrir al rival. Pero la lluvia vuelve a caer, y esto afecta a quien quiere crear, no a quien quiere destruir. Pero Herrera se la sabe. Espera el cambio de Vázquez, la inclusión de Nápoles. El Zippo comienza a trabajar y el Piojo piensa cómo pararlo. Cruz Azul está a la espera de una genialidad de sus individualidades. Y así lo hace Emana, que hace sombrerito en el área y fusila a Muñoz. La pelota cantaba gol pero Paul Aguilar interrumpió la melodía salvando en la línea. Cruz Azul despierta y enseguida un cabezazo de Perea es detenido por Paul.
América trata de bajar el ritmo, Cruz Azul no cae en la trampa. El cambio del Zippo da resultados y Perea se levanta elegante con empatar (69’).
Un empate para el inicio de la era Tri-América y una igualada celeste que no cobró revancha.