SAN LUIS.— Los brazos que cargan las ilusiones de los Cardenales de San Luis son jóvenes, pero con apariencia de veteranos. Cuando se vencía el plazo para traspasar jugadores en julio, los Cardenales parecían estar en búsqueda de abridores. Pero decidieron no hacer cambios y confiaron en el talento juvenil.

Esa confianza rindió frutos: la Serie Mundial.

Michael Wacha culminó un mes casi impecable con su elección como el jugador más valioso de la serie de campeonato de la Liga Nacional, tras guiar el triunfo de su novena.

Adam Wainwright, el mejor serpentinero de los Cardenales que ganó 19 juegos en la campaña regular, señaló que el novato de 22 años ha lanzado tan bien, que no le sorprendería si lo eligieran para estar en el montículo en la apertura del Clásico de Otoño.

Joe Kelly fue el más sólido integrante de la rotación por un largo trecho y se ha destacado en la postemporada. El cerrador Trevor Rosenthal ha soltado una recta de 100 millas por hora en la marcha de los Cardenales. El dominicano Carlos Martínez se consolidó como relevista corto; Kevin Siegrist tuvo un impresionante promedio de carreras limpias de 0.43 y Seth Maness fue uno de los mejores para provocar dobles matanzas.

Kelly está en su segunda temporada y los demás son novatos que disfrutan su pase a la postemporada.

Wacha debutó en las mayores a fines de mayo, pero fue enviado de regreso al equipo de Memphis de Triple-A cuando muchos de sus compañeros eran promovidos.

Los Cardenales tienen una nómina de nivel medio con unos cuantos jugadores muy bien pagados y confían en su fórmula de promoción de prospectos. Después de despachar a los derrochadores Dodgers, van por su segundo campeonato en tres años y el tercero desde 2006.

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