Mansitos, sin malicia, así se ve a estos Pumas en CU. Justo hoy se cumplen seis meses de su último éxito en el estadio Olímpico Universitario. Ni José Luis Trejo ni ahora Guillermo Vázquez han encontrado la cura. A tal extremo, que al estratega auriazul le consuela el 1-1 frente a Pachuca, que ha merecido la victoria, mas se le ha negado dada la apuesta conformista de unos felinos viejos, carentes de piernas y futbol.
“Creo que al final pudimos lograr un empate a muchos esfuerzos”, dice Memo, aliviado. “El partido fue disputado, los dos intentaron irse con la victoria y es un punto que no es lo mejor, pero nos sigue manteniendo con alguna posibilidad”, agrega en conferencia.
A sabiendas de la velocidad de Jürgen Damm e Hirving Lozano, además de la inteligencia de Diego Buonanotte y la efectividad de Ariel Nahuelpán, Pumas baja la cortina. Se agrupa y aguarda paciente las embestidas Tuzas, mientras apela al contragolpe.
En esa medida, Vázquez improvisa a Dante López como extremo por izquierda, aunque la imaginación y generación de peligro pasa por Ismael Sosa, en sus escasos avances.
El mal estado de la cancha juega a favor del conjunto de casa. El cero prevalece al término del primer lapso, entre bostezos de los 15 mil 838 fans, ilusionados con el despertar auriazul.
“Sabíamos que iba a ser así de complicado. La cancha fangosa ensucia el juego para poder hacer un mejor futbol, pero el resultado es justo. Tuvimos más claras nosotros, que no pudimos capitalizar”, lamenta el portero tuzo, Óscar Pérez.
En el amanecer de la parte complementaria, Enrique Meza destapa a Buonanotte y lo junta con El Chucky Lozano por el corredor izquierdo.
La fórmula funciona al minuto 53. Diego corre alegremente y desde ahí lanza un tiro-centro peligroso, que techa al Pollo Saldívar y aterriza en la portería. Nahuelpán completa el recorrido y mete la cabeza para despojar a su paisano del gol. El festejo es de Buonanotte, de rodillas, mas el crédito —ante la Liga MX— se lo lleva el ex puma.
El único riesgo que asume Vázquez —al ingresar a Diego Lagos por Romagnoli— le basta, porque inexplicablemente, El Ojitos Meza saca a Buonanotte cuando mejor jugaba y en cuestión de minutos (62’) los Pumas consiguen empatar, gracias a Ismael Sosa.
“Al final no perdimos y sumar un punto es lo importante”, festeja El Pollo Saldívar, quien por fin juega en el Olímpico Universitario como portero auriazul. “Nos ocupa más el trabajo. Es lo que más está pesando que la estadística”, añade, en relación a la racha sin éxito en casa.
Memo Vázquez completa sus ajustes en los últimos instantes, apenas para consumir segundos al reloj. Por eso, en la zona mixta, Daniel Ludueña evita la entrevista: “Si ni jugué”, responde, tras permanecer sólo tres minutos en el campo.
La afición universitari está pidiendo que haya cambios, le reprochan a Memo, debido a los tardíos movimientos.
“No, pues si me voy a ir a lo que dice la gente, entonces ¿para qué estoy aquí? Esa es la decisión que tengo que tomar, en los momentos que yo creo que deban de ser”, responde molesto el estratega auriazul.
—¿Alcanzará para clasificar a la Liguilla?
“No sé, ojalá. Me encantaría que así fuera. Han hecho un gran esfuerzo, pero si las cosas no las hacemos bien, seguro no lo vamos a merecer. Sí debemos mejorar mucho como equipo y en lo individual. Eso queda claro...”.