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A Chivas le pasó de todo

El mal torneo se debió a lesiones, ausencias, mala planeación, falta de refuerzos y pretemporada

Alan Pulido se perdió gran parte de la campaña por una lesión que sufrió con la Selección Mexicana. (Foto: CARLOS MEJÍA. EL UNIVERSAL)
20/10/2017 |01:32
Redacción Querétaro
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Antes de comenzar la defensa de la corona, Matías Almeyda sabía que el Guadalajara sufriría.

Pero nunca se imaginó que el Apertura 2017 se convertiría en un tormento constante que lo llevaría a ocupar el último lugar de la Liga MX. ¿Qué pasó para que Chivas navegue en la inmundicia de ser el peor club del máximo circuito?

Falta de pretemporada y refuerzos. Baja de nivel de los jugadores y carencia de capacidad del cuerpo técnico de Almeyda para evitar la debacle ante las circunstancias que se le presentaron al Rebaño Sagrado [lesiones y llegada tarde de sus futbolistas al inicio del certamen por la convocatoria a la Selección Nacional, que disputó la pasada Copa Oro.

“Hicimos una planeación que no está resultando. Para enfrentar un Draft, pretemporada y torneo, lo hicimos muy de la mano. Al final, no sucedió [bien] y tenemos mucho aprendizaje en todos los aspectos”, reconoció José Luis Higuera, CEO de Grupo Omnilife Chivas.

Almeyda prefiere cargar con todo el peso de la culpa, “porque no puedo aislarme de la situación.

“Yo soy el principal responsable. He cometido errores. Pensé en la parte económica del equipo apenas fuimos por un refuerzo [en el Draft]”, confiesa el entrenador del cuadro rojiblanco.

Juan José Frangie, quien fuera director general del Guadalajara en el campeonato del Apertura 2006, quita responsabilidad al estratega argentino. Piensa que sería “un paso hacia atrás” que fuera cesado de su cargo.

Apunta a los jugadores, pues observa ausencia de líderes en la plantilla del Rebaño.

“Una de las situaciones que puede pasar, es que falta un liderazgo en el vestidor. Está Carlos Salcido, pero también debe haber jóvenes líderes”, evalúa Frangie.

Camilo Romero, zaguero campeón con el Chiverío en el Verano 1997, también atiza a los futbolistas. Al ser un plantel de sólo futbolistas nacionales, cree que la idiosincracia nacional pesa.

“El mexicano así es. Cuando obtiene un triunfo anhelado, se relaja y viene a la baja, es lo que cuesta trabajo”, indica.

¿Cuál es la solución a futuro? “Primero ir por la Copa y luego que lleguen unos cuatro refuerzos para apretar a quienes ya se sienten titulares”, concluye Romero.