”El arbitraje mexicano vive su peor crisis”. Así de contundente el análisis de Rodrigo Salinas, defensor del Toluca, ante los constantes errores que han tenido los silbantes en las últimas semanas. Pero la queja no sólo es de los mexiquenses o de un par de equipos, se ha generalizado.
El último gran escándalo fueron los penaltis señalados por Erick Yair Miranda en el partido entre Querétaro y Cruz Azul, con los que los cementeros consiguieron la victoria y que originaron que la directiva de los Gallos Blancos calficara como un “robo” lo que había sucedido.
“No quiero decir que sólo se equivoquen con Querétaro, pero vemos que el arbitraje es malo en todas las canchas del futbol mexicano”, dijo después Arturo Villanueva, presidente operativo del cuadro queretano.
Miranda, no pitará la jornada 14, así como Roberto García Orozco no estuvo en ninguno de los duelos de mitad de semana, después de señalar un penalti inexistente contra el mismo Querétaro el fin de semana anterior, en su visita a Puebla.
“Todos los equipos se están quejando; ahorita lo que le pasó a Querétaro no se le desea a nadie, que te hagan tres penaltis que no existían, pero sólo hay que pedirle a los árbitros que estén más atentos y que arbitren parejo para los dos equipos”, añadió Salinas.
El defensor del Veracruz, Guido Milán, se sumó a las solicitudes de justicia y pidió profesionalismo de los silbantes: “que cobren lo que tienen que cobrar, que para mi punto de vista, en estos últimos partidos no ha sido así”.
