A lo lejos se escucha “Exit light... Enter, night”. En la penumbra que cae sobre el parque Bicentenario, las notas musicales de Metallica y su tema Enter Sandman son las que guía a los aficionados a las artes marciales mixtas hasta el Ágora, donde se programó una función conformada por 10 peleas.
Hombres, mujeres, niños, esperan ansiosos el inicio de la función y los combates, de un deporte que muchos califican de brutal por el grado de violencia que se llega a presentar en las peleas, pero que otros, muchos otros, encuentran apasionante.
“Guerreros del Octágono” es el nombre de la función que se lleva a cabo en un noche fresca, y enmarcada por el lago del Bicentenario. Poco a poco los lugares son ocupados por familias completas [incluso con carriolas], parejas, grupos de amigos, que esperan las campanadas iniciales.
Las canciones de Guns n’ Roses, AC/DC y Kiss se suceden unas tras otra, hasta que el sonido local anuncia el arranque de la función, al dar la bienvenida al parque Bicentenario a los aficionados que hicieron una entrada más que aceptable.
Para entretenerse en lo que comienza la función los aficionados pueden optar por darse una vuelta por los negocios de comida que ofrecen hot dogs, tacos al pastor y algunos otros snacks que se venden en el lugar.
Vertiginosos combates
La función arranca poco después de las 18:30 horas con la pelea entre Sergio González y César Aguas. El primero hace su arribo al ring con las notas musicales de Vicente Fernández, mientras el segundo lo hace con música de Cártel de Santa. Los silbidos de la gente emocionada y los gritos de los niños inundan el Ágora. Una muy joven y delgada edecán ataviada con un vestido en color blanco anuncia el número del round que comenzará.
Una decena de niños y niñas corren de un lado a otro del lugar. El evento no es lo más atractivo para ellos {se puede ver porque prefieren entretenerse en otra actividad], aunque uno que otro grita que quiere ver un derribe.
La pelea de los dos gladiadores locales llega a los tres asaltos pactados, cada uno de cinco minutos. Los gritos del respetable se dejan escuchar cada vez que los rivales se conectan golpes de manera contundente.
Los jueces deliberan, hacen las sumas de las calificaciones de cada uno de ellos. El veredicto: Sergio González se lleva la pelea, aunque de inicio hubo un error en el anuncio del sonido local y dieron como ganador a Aguas. Por uno minutos reinó la confusión. Posteriormente se corrigió el error y se siguió con la función y con Sergio González, feliz de haber triunfado.
Un par de trabajadores entran al octágono para limpiarlo y que quede listo para el siguiente combate. Mientras, en el sonido local se vuelven a escuchar los clásicos de Guns y AC/DC, entre otras bandas que suelen amenizar este tipo de eventos.
Entre pelea y pelea, los asistentes aprovechan para visitar otra vez la zona de comida. Unos tacos, una papas, un hotdog, algo que sea bueno para aplacar el apetito surgido mientras los peleadores de se daban los primeros golpes.
Se anuncia el siguiente combate entre César Rodríguez, de Salamanca, Guanajuato y Luis Esparza de Ezequiel Montes. La música precede a la presentación de los gladiadores que harán las delicias de los aficionados.
Los combatientes son profesionales, pelean en forma, y desde el arranque del primer round se nota que la lucha no durará mucho. Los golpes de uno y otro son contundentes. Los de Esparza, más corpulento que Rodríguez hacen mella muy pronto en el físico del guanajuatense, quien termina noqueado.
Los acompañantes de César se lamentan e increpan al peleador de Ezequiel Montes, al decir que ahora tuvo suerte, que no es bueno y que su gallo es mejor.
Nuevo giro en el Bicentenario
Óscar Morales, jefe de Operaciones del parque Bicentenario, explica que en ese lugar apenas incursionan en las peleas de artes marciales mixtas, debido al contacto que tuvo con Alan “Popeye” Herrera, mach maker de otras empresas, experto en programar peleas.
Señala que al platicar con él, llegaron al acuerdo de programar dos peleas de campeonato, para hacer más atractiva la función del pasado sábado.
El lugar en sí resulta atractivo. El Ágora del Bicentenario, a un costado del lago del parque, es un lugar perfecto para la función. La noche, que se esperaba fría apenas fue fresca, con una temperatura adecuada, tanto para los peleadores, como para los asistentes.
Conforme la función y los combates avanzan, el ánimo de los asistentes se vuelve mejor. Ahora gritan, manotean. A pesar de la cantidad de eventos en la ciudad, como el partido de Gallos Blancos contra Pumas, una corrida de toros, otra función de artes marciales mixtas, y el “Buen Fin”, la asistencia fue buena, incluso familias completas acudieron al evento, una muestra del gusto y afición que se tiene en diferentes sectores de la población.
Óscar Morales destaca que el sábado fue la primera vez que en Querétaro se presenta una función que en su totalidad fue profesional, pues de las 10 peleas que se presentaron, sólo dos fueron amateurs y una fue de campeonato.
Apunta que esta fue apenas la primera edición de “Guerreros del Octágono”, pues la segunda ya se tiene planeada para febrero de 2018.
Hombres de acero
Óscar explica que los peleadores de artes marciales mixtas son deportistas en el sentido estricto de la palabra, pues muchos de ellos saben más de un arte marcial y deben de tener una preparación física inmejorable. A pesar de que el sábado un peleador terminó noqueado de manera espectacular, precisa que su estado físico es bueno, pues se contó con atención médica en el lugar y ayudó mucho la preparación previa para recuperarse después del fuerte golpe que recibió.
El público pudo ver peleas y triunfos espectaculares, como el de Alex Luévanos sobre Luis Torres por sumisión vía guillotina en el primer asalto de su pelea, o de Ronnin Jaimes sobre Daniel Xicali, por nocaut efectivo en el primer asalto.
También en el combate México contra Brasil, protagonizado por Kasko Guerrero y Rafael Santos, que se llevó Guerrero por abandono en el segundo asalto.
En el campeonato de peso paja Raúl “Mini” González se impuso a Roca González en el primer round por sumisión vía guillotina.
En la otra pelea de campeonato, David Mendoza se impuso a Noel Torres en el primer asalto, por sumisión vía triángulo de brazo peso pluma.
Los asistentes a la función se marcharon satisfechos del espectáculo que presenciaron, y esperan que la próxima función se presente pronto para volver a presenciar y disfrutar las habilidades de estos modernos gladiadores que dominan más de una técnica de pelea, modalidad que en los últimos años ha ganado un lugar importante entre las disciplinas de contacto, tanto en el estado como en el país.