Todo hacía pensar que el América estaba tratando de evitar enfrentarse al Cruz Azul en la Liguilla. La poca actitud y el poco juego ofrecido ante Santos, así lo indicaba. El empate lo haría caer en la tabla general, evitando enfrentarse a los cementeros, lo que no parecía lógico, ya que por historia, hay clara hegemonía de las Águilas.
No se entendía lo que estaba sucediendo con las Águilas, que en la recta final, se han quedado sin alas.
Hasta que a los 80 minutos, de quien menos lo esperaban salió el gol que puso a los dirigidos por Miguel Herrera donde debían estar, detrás de Monterrey y Tigres. Un disparo fuera del área de Guido Rodríguez fue suficiente y los azulcrema subieron como la espuma. Tercer lugar y jugarán contra Cruz Azul en la Liguilla, lo que no debería ser problema.
Pero sí lo hay.
El problema es que el cuadro de Coapa, ha caído en un tobogán de juego y actitud. El equipo parece aburrido y sin idea, sólo la capacidad individual de su gente lo ha salvado.
Por ahora.
De sus últimos cuatro partidos, sólo ha ganado uno, lo que ha cambiado su status, ya que de favorito indiscutible se volvió en uno más con posibilidades, ni más ni menos, lejos de los reales favoritos en la fase final, aunque como siempre, el que América esté presente en la Liguilla, ya es suficiente para considerarlo.
Pero ahora por juego... no, y eso debe tener preocupado al Piojo.
Contra Santos no mereció pasar del empate. Apenas intentó acelerar el paso y se encontró con el triunfo gracias a la individualidad de sus hombres, pero eso en Liguilla quizá no sea suficiente... Mas la realidad es que América está dentro y todo puede pasar.