Con un cuarto de entrada, la plaza de toros Santa María tuvo una mala tarde con matadores queretanos. Nada para nadie en este 1 de enero, aunque quizás quien destacó por su faena fue Brandon Campos, pero falló con la espada.

Bogoteño de 465 fue el primer toro de la tarde para Pepe Díaz. En el último tercio se le miró dudoso con la espada y el toro lo levantó en dos ocasiones antes de  intentar el estoque. Finalmente consiguió hacer caer al ejemplar y se llevó palmas.

A puerta gayola, así recibió Luis Manuel Pérez El Canelo a Alfarero de 448 kilogramos. El ejemplar peleó bien al caballo, mientras que el matador, gracias a la petición del público, colocó bien dos pares de banderillas que le valieron el triunfo; sin embargo, al colocar el segundo par, el diestro tropezó y cayó sobre su brazo izquierdo; tuvo que ser llevado a la enfermería. Más tarde se informó que tuvo ruptura de codo, por lo que no pudo regresar al ruedo.

Por orden de alternativa, Pepe Díaz tuvo que salir a ejecutar la muerte del ejemplar. Un estoque en muy mal sitio y a tres cuartos de la espada por lo que tardó en caer.

Arrajuno de 478 kilos fue el toro para Brandon Campos. El más joven de los toreros entró al ruedo con una gran presencia y brindó el toro al empresario Nicolás González. El ejemplar peleó bien al caballo, resultó un tanto voluntarioso pero el diestro supo aprovechar cada quiebre. Una buena faena aunque no logró conectar debido al toro. En el último tercio, parecía que Brandon había acomodado la espada en buen sitio, pero esta entró cruzada, saliendo por un costado del toro, tuvo que recurrir a un segundo intento.

Lamentablemente, el matador repitió el error, en el mismo sitio, la espada atravesó el toro y Campos se llevó el primer aviso. El toro doblegó pero no caía, por lo que el subalterno tuvo que despuntillar, el torero se retiró en silencio.

Pepe Díaz regresó al ruedo para lidiar a Financiero de 528 kilos. Buena tanda de naturales los que ejecutó Díaz en el ruedo. Tuvo una mejor actuación al principio de la lidia, pero la presión se apoderó de él y tardó en realizar el estoque, hecho que le reclamó el público, para terminar con una espada caída que al final sirvió para que el toro sucumbiera. Silencio para el matador de mayor alternativa.

En la vuelta, Brandon se enfrentó a Motorista de 501 kilos, un toro bien presentado, pero que el picador acabó con él al darle cuatro puyas pese a la insistencia de Brandon para que se detuviera. El matador aprovechó lo más que pudo del toro, pero terminó con un bajonazo y el silencio de la plaza.

La corrida terminó con la presencia de Brandon en el ruedo, para lidiar a Forjador de 525 kilos. Una excelente faena para el joven queretano, con el acero no lo hizo tan mal pese a que la espada quedó un poco tendida, pero fue por el descabello donde se le fue la oportunidad de cortar algo, se retiró con palmas.

arq

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