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El tiempo de aprendizaje se agotó. El siguiente paso es convencer o decir adiós. Omar Chávez tiene claro su futuro, una victoria sobre Daniel Galeno Sandoval le dará la “credibilidad” que su carrera demanda, pero una derrota lo pondría en cuenta de protección.
“La próxima pelea será muy especial para mí. Puede ser el día que mi carrera despegue o el día en el que me dé cuenta de que no voy a ser lo que soñé, que no estaré entre los mejores boxeadores del mundo”, confesó el hijo de Julio César Chávez.
Omar se medirá el 29 de marzo contra Sandoval, en una velada que se llevará a cabo en Culiacán, pero en la que el Hijo de la Leyenda apunta no tendrá ninguna ventaja.
“Para mí no es ventaja. Mucha gente me abuchea, me tira cosas o me ovaciona. Pelear en Culiacán me tiene sin cuidado. Lo que yo quiero es que se dé cuenta la gente de que el rival que voy a enfrentar es alguien de mucho peligro, que tiene pegada y varios nocauts en su récord, además de hambre, como yo tengo. Será una pelea explosiva, en la que despego o me doy cuenta que no es lo mío”, sostuvo Businessman Chávez.
Sandoval, con más de cuatro años sobre los encordados profesionales, acumula 34 victorias, 30 de ellas por la vía del cloroformo y dos derrotas.
“Acepté pelear con Sandoval ya que me siento preparado, en el último año y me- dio he sostenido más de 50 rounds que equivalen a lo que le peleé en mis primeros cuatro años como profesional. Soy un peleador más maduro y como tal me he dado cuenta de los errores que cometí, cosas que son difícil de explicar, pero que con el correr de las peleas te vas dando cuenta que hiciste mal. Me voy a dedicar más a mi preparación, para evitar agotarme en los últimos rounds, como me ha pasado”, externó.
Debido a su estatura (1.73 m), Omar Chávez sintió la necesidad de subir de categoría, por lo que el pleito contra Sandoval está pactado en superwelter.
“Me costaba dar el peso. Igual en superwelter voy a seguir llegando con dieta para subir más pesado y con ventaja”, culminó Chávez
