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Declinar la sede del Mundial de Natación 2017 fue, para Nelson Vargas, una decisión acertada. Para el ex titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), albergar una competencia con un costo aproximado de 100 millones de dólares habría sido un gasto irresponsable pues México no cuenta con la infraestructura ni el poder económico para conseguir una organización exitosa.

“Lo que sucedió es algo que se veía venir, desde mi punto de vista hubiera sido irresponsable aceptar algo que inició mal desde el momento en que se solicitó la sede. Para contender por un evento de esa magnitud primero se tiene que hacer todo un estudio y analizar costos”, comentó el empresario.

Aunque se perdieron aproximadamente 15 millones de dólares, tras el pago del seguro y la multa por cancelación, es mejor a crear nuevos elefantes blancos y generar más adeudos.

“No nos podemos dar el lujo de organizar eventos como los Juegos Centroamericanos de Veracruz o los Panamericanos de Guadalajara. Son eventos que se venden como algo impresionante pero lo único que generaron fueron deudas y nada de turismo internacional como se prometió. La prueba está en las declaraciones del gobernador de Jalisco, quien aplaudió el no recibir el Mundial ya que el estado aún reciente los efectos de los Panamericanos”.

Vargas opinó que aunque él hubiera sido uno de los más beneficiados con el Mundial en Guadalajara, prefiere que el país no sufra repercusiones por una organización fallida.

“Es una tristeza lo que sucedió, algo lamentable, principalmente para los nadadores de nuestro país. Desde que se otorgó la sede en 2011 debieron iniciar la planeación pero no fue así y el tiempo ya se vino encima. Le dejaron todo el problema a Kiril Todorov [presidente de la Federación Mexicana de Natación] y considero que él es el que menos culpa tienen ya que simplemente le dijeron va el Mundial y hazle como quieras”, explico Vargas.

Las autoridades deportivas, añadió Nelson, deben dejar atrás el cobijo gubernamental.

“Es una mala costumbre siempre depender de los recursos federales, creo que se debe poner un tope a las asociaciones civiles y éstas deben buscar el patrocinio privado para solventar sus planes”, dijo.

Además, sentenció Nelson, el costo del Mundial se habría incrementado mucho debido a los atrasos en la organización.

“Luego del cambio de administración en 2012 nunca se le dio seguimiento a la planeación de la competencia, que bueno que al final se decidió no hacerlo porque seguro la cifra habría llegado a unos 150 millones de dólares. Considero que lo que mal inicia mal termina y creo que nuestro país afortunadamente se libró de tener otra pérdida millonaria como ha sucedido en otras competencias”.

Vargas espera que la sanción de la Federación Internacional de Natación (FINA) a nuestro país sea sólo la económica.

“No creo que hayan más consecuencias pues aquí se realizan muchos eventos de buena calidad como las Series Mundiales, Copas del Mundo, Grand Prix y eventos de aguas abiertas. Si la FINA es congruente todo quedará en el pago de la multa”.

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