Manuel Lapuente asegura que un seleccionado puede mantenerse un mes sin tener relaciones sexuales, cuando está concentrado para disputar una Copa del Mundo.
“Algunos técnicos optamos a esto: ‘Saben qué, aguántense, no pasa nada, es un mes’, ¿quién no puede aguantar un mes?”, expresa el estratega del Tricolor en Francia 1998.
Sin embargo, acepta que que una noche de sexo “normal” de los seleccionados nacionales no es motivo de preocupación o escándalo.
“No pasa nada [si un jugador tiene relaciones]. Sí implica estar ejercitándose durante toda la noche, de eso no se trata. Un sexo normal, no pasa nada. En fin, son diferentes criterios y formas de pensar, tan correcta una como la otra, siempre y cuando haya prudencia”, dice el veterano estratega.
Miguel Herrera había dicho en marzo pasado que les permitiría a sus convocados la posibilidad de tener contacto sexual con sus parejas. Luego, “sin motivo alguno”, cambió de opiníón.
Lapuente descarta que la abstinencia cree algún escándalo en el Tricolor como los vividos en Quito, donde seleccionados nacionales metieron a sus cuartos a prostitutas al hotel de concentración en la Copa América de 2011.
“Sería absurdo que lo hicieran, tendrían que estar mal de la cabeza, vas a un Mundial y cometes una serie de tonterías, porque juegas mínimo cada semana. Se juega cuatro días y se juega. No hay ni tiempo”, aclara.
Manuel Negrete es otro de los que tiene la creencia de que el tiempo de un seleccionado, antes y durante el Mundial, es ocupado en analizar a los rivales y preparar el próximo partido, por encima de cualquier deseo carnal.
“Como jugador estás más ocupándote en tu contrario, ocupándote en prepararte y hacer bien las cosas, más que por si está la familia o tu pareja”, dice el mundialista en 1986.
“Entonces, un mes de abstinencia no le cae mal a nadie”, explica.
Como un integrante de la Selección Mexicana en Estados Unidos 94, Carlos Hermosillo dice que los jugadores deben entender la magnitud del evento al que acuden.
Apela al profesionalismo de los integrantes del Tri para mantenerse fuera de tentaciones que los alejen de pensar en el objetivo. Es más, el ex delantero dice que El Piojo ni siquiera necesita dictar reglas al respecto.
“Es que es repetitivo para mí. Cuando tienes el privilegio de ir a un Mundial, hay que entender lo que puedes y lo que no puedes hacer, por eso se llama concentración”, sentencia.