Para qué juzgar si ya fuiste juzgado... y por el mismo “delito”. Los seleccionados nacionales de la Copa de Oro mostraron su apoyo, o mejor dicho, su indiferencia, por lo sucedido en Brasil, donde se acusa que algunos jugadores y cuerpo técnico que compite en la Copa Confederaciones, cometieron la indisciplina de acudir a un table dance, antes y después del juego que se perdió ante el equipo de Italia.
Javier Cortés, volante de los Pumas, sufrió un caso similar al ser sancionado en 2011, cuando el equipo se preparaba en Quito, Ecuador, para participar en la Copa América de Argentina. Cortés y otros siete jugadores fueron captados en un hotel con prostitutas, lo que provocó su expulsión de ese conjunto: “Yo no puedo decir algo, no puedo decir algo”, intentó mencionar Cortés, como rememorando lo que le ocurrió hace un poco más de un año.
“La directiva, el técnico es quien pone la disciplina. No sé más, no estuve ahí”, agregó el volante en tono muy serio, y muy nervioso, negándose a ahondar en el tema.
Sus demás compañeros estuvieron en la misma sintonía, pero más calmados. Alejandro Castro, simplemente mencionó. “Nunca es bueno que se hable así de México, pero la realidad es que no hay nada confirmado”, dijo.
Por su parte, Jonathan Orozco no cree en la versión dada a conocer por la prensa brasileña. “Veo muy difícil que pase eso a un grupo tan profesional, y tan disciplinado”, indicó el portero de Monterrey.
La realidad es que la herencia al Tri de Copa de Oro es cada vez más magra y difícil de disfrutar.