TOLUCA.— A veces, la ventaja es desventaja. Y es que, a pesar de que tuvo un hombre más casi todo el segundo tiempo, los Diablos Rojos del Toluca no consiguieron derrotar al Morelia, quedando todo en un insípido empate a cero goles.
El que los Monarcas saquen puntos de la ex Bombonera, parece ser ya una costumbre. En el torneo pasado, los michoacanos se llevaron otro empate, en esa ocasión a dos goles. Fue en la jornada dos.
Ahora, en el inicio de torneo, todo se combinó. Toluca fue el que dominó, el que se hizo de la pelota, pero fue poco productivo al frente, faltándole la chispa o la creatividad que Sinha pasea ahora por Querétaro.
Cuando los rojos lograban pasar el férreo sistema defensivo impuesto por Ángel Comizzo, se hizo presente el portero Carlos Rodríguez con buenas atajadas.
Al principio del juego, los Diablos Rojos tocaron a la puerta una y otra vez, no con jugadas armadas, sino con latigazos a los extremos y centros al área donde se esperaba la presencia de gente como Pablo Velázquez, Édgar Benítez e Isaac Brizuela.
Lucas Lobos, la flamante contratación choricera para este campeonato, pasó de noche durante gran parte de la primera parte.
El argentino naturalizado mexicano se vio lento, desubicado, no acoplado al resto de sus compañeros, que ya llevan rato jugando juntos. Poco brilló, poco aportó.
El panorama se le complicó a los michoacanos para el arranque del complemento al quedarse con un hombre menos, luego de la expulsión de Luis Silva por doble tarjeta de amonestación (56’).
A partir de ese momento, los Diablos monopolizaron el esférico, pero con poca efectividad, sólo se generaba por conducto del Pájaro Benítez, pero no encontraba quién rematara sus centros.
Cardozo hizo debutar al refuerzo Jerónimo Amione, ex de Cruz Azul, quien generó dos oportunidades en los pocos minutos que tuvo. La primera, de media vuelta, y la segunda, en un remate a puerta en el cual, Rodríguez, en gran reacción, con un gran manotazo para enviar el esférico al poste.
Aunque le quedó otra oportunidad a Velázquez, pero su remate pegó otra vez en el poste, para así perderse la más importante opción de gol y decretar el primer empate sin goles del certamen.