De pronto, en el América, más allá de si sea o no injusta la aplicación de un castigo o sanción de parte de la Comisión Disciplinaria, lo que aflige a los jugadores pasa por el riesgo de perder la titularidad, ante la competencia que ha generado el director técnico Miguel Herrera en la institución azulcrema.

“Estoy un poco molesto, porque en ningún momento fui con la intención de pegarle un planchazo, como lo vio el árbitro, al rival. Ahora me pierdo uno o dos partidos y acá sabemos que no nos podemos relajar, porque nos podemos perder el puesto, entonces por ese lado estoy bastante molesto”, lamenta Rubens Sambueza, quien no podrá alinear el próximo sábado contra Monarcas y tendrá que esperar hasta la octava jornada a ver si es contemplado por El Piojo para iniciar.

Peor aún, Sambueza empieza a creer que algunos árbitros ya lo traen, con todo y que digan lo contrario: “Sí, creo que la primera falta que me hace Guty fue fuerte y fue sólo una amarilla. Después hubo un planchazo sobre Layún y le sacan amarilla. Sinceramente no me siento perseguido, porque he tenido reuniones con los árbitros, y me dijeron que no me sienta perseguido, pero a veces uno se pone a pensar y a dudar también”.

Y es que, en el duelo contra el Pachuca, Rubens considera que la falta que cometió no era para roja, por eso juzga que la decisión del silbante fue equivocada: “En ningún momento quise ir con mala intención sobre el rival, al contrario, trato de encoger el pie para no pegarle, pero bueno, ya me expulsaron y no hay marcha atrás”, dice, al aceptar la sanción de un encuentro que le aplicaron.

“Trataré de estar más callado, de no simular tantas faltas, como dicen”, añade con ironía. “Creo que fue la primera falta que hice en todo el partido y me sacó la roja. Esto me deja molesto, porque pierdes un partido y acá no podemos regalar nada”, insiste el futbolista.

Argumenta que muchos nazarenos han sido rigoristas con él: “Sí, creo que sí. Le tiran una patada a Andrade, que era para expulsión, porque el rival tenía amarilla. Uno trata de no hablar demasiado porque [de ahí] se agarran también. De mi parte me dedicaré a jugar, pero quiero que sepan también que no son malintencionados. Porque se habla de indisciplina en los medios y eso lo pone a uno bastante mal”.

Y es que Sambueza se siente etiquetado por los árbitros, en ese sentido, como alguien agresivo, y tal vez por eso los silbantes, en automático, suelen disparar con facilidad la cartulina roja, sin que su conducta realmente lo amerite.

Curiosamente en el certamen pasado, el Clausura 2013, Sambueza fue expulsado una ocasión, en la sexta jornada, frente a los Xolos, por doble amarilla. Por lo que se perdió alinear contra Toluca en la fecha siete y tampoco en la octava, por decisión del Piojo. De ahí su preocupación.

Amén del malestar que le ocasiona la sanción, Rubens saborea el paso de campeón que llevan las Águilas, al grado de que no se descompuso el grupo con todo y la expulsión, que comprometió en ese momento al cuadro amarillo.

“Sí, el equipo va bien, con paso perfecto, ojalá podamos seguir de esta manera en los dos torneos que nos toca jugar”, asegura el argentino, satisfecho y reconfortado.

“El equipo va bien, vamos mejorando partido a partido y esa es la idea, para poder conseguir algo importante otra vez”, remata.

Y es que, Rubens está feliz con sus Águilas, aunque cada día comienza a dudar más y más de los nazarenos.

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