GUADALAJARA.— Se esperaba que Marco Fabián, todavía futbolista de Chivas, viajara ayer a Qatar para cerrar su traspaso a un equipo de ese país. Sí tomó un avión. Pero no rumbo al Medio Oriente. Se trasladó a la ciudad de México.

El jugador arregló asuntos personales. Mantiene la idea de emigrar, pero la transferencia a Qatar se tambalea y será hoy, durante una reunión con la cúpula del Guadalajara, cuando se defina su futuro inmediato, que hasta podría ser con el Rebaño Sagrado.

El representante de futbolistas, Mauricio García de la Vega, es quien ha movido sus contactos para conseguir la oferta qatarí.

El nombre del equipo interesado no se ha revelado, pues así lo ha solicitado el club. Se rumoran dos: Al-Rayyan y Al-Gharafa. La cifra que el conjunto de ese país está dispuesto a pagar es de 10 millones de dólares.

Además, el salario es de 4 millones de dólares. La oferta satisface a todos los involucrados, tanto al Guadalajara como a Fabián, quien está dispuesto a iniciar la aventura, acompañado por su padre.

Sin embargo, un problema legal aparece en el panorama. El futbolista tiene un contrato con la empresa internacional de promotoría de jugadores Magnitude Football, propiedad de Nicholas Blair, hijo del ex primer ministro británico, Tony Blair, quien fundó la agencia junto a su amigo de la universidad, Gabriel Moraes.

Esa empresa tiene sobre la mesa otra oferta para Fabián. Benfica es el equipo que se ha interesado en el jugador del Guadalajara. El conjunto portugués está dispuesto a igualar los 10 millones de dólares. La diferencia radica en el salario: 2 millones. Hoy se decidirá.

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