A finales del 2016, Antonio Lozano Pineda fue detenido por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR).
Las autoridades tenían una orden de aprehensión, girada por el juez séptimo de distrito de procesos penales federales en la Ciudad de México, por presunto delito de peculado.
Lozano fue sorprendido en la terminal 2 del Aeropuerto de la capital del país.
Los rumores de una mala administración por parte del federativo fueron revelados por fin.
Quince deportistas demandaron a Lozano Pineda. “Estuvimos con la certeza de que había desvío de fondos”, declaró Juan Luis Barrios, en una entrevista con EL UNIVERSAL el pasado 20 de diciembre de 2016.
“A la luz salió el desvío de 4.8 millones de pesos (...) Tan sólo con el porcentaje que nos quitan a los deportistas cuando ganamos una competencia (7 por ciento a los mexicanos y 15 a los extranjeros), estaba haciendo una caja que estoy seguro que es cuatro o cinco veces mayor a los 4.8 millones”, dijo el especialista en 5 y 10 kilómetros.
Antonio Lozano estuvo detenido en el Reclusorio Sur. Después de 22 días encerrado por ser acusado de delito de peculado, fue puesto en libertad provisional tras pagar fianza. Incluso, no puede salir del país.
Lo primero que hizo al salir de prisión fue declarar que seguía como el titular de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA).
“Me trataron bien y estoy seguro de que vamos a salir adelante. Estoy seguro de que la justicia mexicana hará valer lo que estamos viviendo como una injusticia”, dijo el pasado 11 de enero.
“Lo que se cometió fue una injusticia. Vamos a hablar con los abogados a ver qué es lo que sigue. La justicia mexicana al final dará la última palabra”, agregó.
Soberbio, seis días después de su salida, expresó que durante las tres semanas que vivió en prisión, se sintió arropado.
“Recibí 900 mensajes de apoyo vía celular y mil 500 más cuando salí, puedo decir que América me apoyó”, expresó.
La semana pasada, la medallista olímpica Ana Gabriela Guevara declaró que Lozano no cumplió con limpieza y tampoco se apegó a los reglamentos.
A pesar de sus irregularidades como la cabeza de la FMAA, Antonio insiste en mantenerse en esa posición y niega cualquier cambio en el mando de la organización.