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Manolo Lapuente tuvo en sus manos a un joven Rafael Márquez, al joven Káiser que se iba a conquistar Europa, para después volverse leyenda en el Mónaco y el Barcelona.
Y de su mano, con todo y boina, ganó la Copa Confederaciones de 1999.
Hoy, a la distancia, el técnico mundialista en Francia 1998 alaba el llamado que hizo el flamante entrenador nacional, Víctor Manuel Vucetich, al ahora defensa central de los Esmeraldas de León.
“Rafa nada tiene que demostrar en México y en el extranjero —dice el ex técnico de Puebla—. Es un hombre líder que a lo largo de muchos años, de muchos partidos, ha mostrado su capacidad”.
Calificó de congruente la lista que dio Vucetich, “aunque al final, todo es cuestión de gustos. Pero en lo que se refiere a Márquez, no hay por qué dudarlo. Víctor dijo en repetidas ocasiones que llamaría sólo a los jugadores que atravesaban un buen momento y ahí está Rafa, pasa por un gran momento”.
—¿Qué aporta Márquez a la selección?
“Muchas cosas, entre éstas resaltan la madurez, la experiencia, la calidad y el don de mando. Ayuda tanto en defensa como en ataque”, aseguró Lapuente, quien dirigió a la Selección Nacional, en un segundo periodo, de 1997 al año 2000.
—¿Le hace falta un líder a la Selección Nacional?
“No necesariamente, pero si de líderes hablamos, ahí está Rafael y por qué no pensarlo, un tipo así podría ser lo que le hace falta a la Selección Mexicana”.
Márquez, bajo las órdenes de Lapuente, jugó un total de 23 partidos, ganándose rápidamente la titularidad.
No importan sus errores
Pero como todo en la vida, los futbolistas tienen pecados y los de Márquez han sido puntuales en momentos críticos de la Selección.
—¿Ha pasado tiempo como para olvidarlos?
“Eso no tiene nada que ver, eso es otra cosa”, dice enérgico Lapuente Díaz.
Al final, aunque sean futbolistas, “todos somos seres humanos, y estamos proclives a cometer errores, ya sea en momentos claves o no, aunque con la Selección, todos son momentos claves”.
Más allá de los yerros que haya podido cometer el zamorano “lo que hay que destacar —reitera el técnico— es la experiencia que puede darle Márquez al equipo. Al equipo mexicano se le ha visto temeroso, con muchas dudas y Rafa indudablemente que le puede dar esa tranquilidad, tan necesaria en estos momentos complicados”.
