La medallista de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Iridia Salazar, retoma su andar en las competencias de taekwondo y tendrá su regreso a los tatamis en el Abierto Panamericano de la disciplina en la capital queretana, con ilusiones renovadas y muchas ganas de volver a trascender.
“Estoy contenta y emocionada, ya después de un tiempo de receso estoy retomando algo que es muy importante en mi vida, el taekwondo”, comentó Iridia.
La decisión de volver a competir en un alto nivel surgió luego de que sus dos hijos han crecido y con ello vuelve a disponer de tiempo para los entrenamientos.
“Ya tengo tiempo para dedicarle a la práctica, ya mis dos hijos van a la escuela y me dejan por lo menos las mañanas libres para poder entrenar y una cosa conlleva a la otra, empecé a entrenar a principios de año y decidí que iba a participar en algunos de los eventos importantes que se harían en México, como este Panamericano”, detalló la atleta que inicia su participación en esta justa este día y en la categoría feather (-57kg).
Pero su regreso a las competencias tendrá un sabor especial para Salazar Blanco, pues su esposo, el cubano Gessler Viera Abreu, también participará representando a México.
“Ya no estoy sola, hicimos junta familiar y decidimos participar los dos y con nuestros hijos, lo cual lo hace una experiencia muy bonita, porque ellos ya están en una edad que pueden disfrutar lo que nosotros hacemos y convivir con ellos en el deporte que es muy sano y para hacer actividades juntos”, expresó la atleta, que se mudó hace varios años a Juriquilla, donde tiene su academia de taekwondo.
Formación olímpica
Nunca es tarde para cristalizar los sueños para Iridia Salazar. El objetivo de este regreso es superar el nivel que la llevó a conquistar la medalla olímpica.
“Me estoy preparando, es el inicio de un sueño que tengo, retomar mi carrera deportiva como estaba en un nivel óptimo o más alto, sé que las cosas no son fáciles, se irá dando paso a paso para poder llegar a donde yo estaba y todavía más alto”, reveló.
Y el primer paso para cumplir ese sueño, será este sábado sobre los tatamis del Abierto Panamericano, donde lleva la intención de ganar, aunque no está familiarizada con el peto electrónico.