Christian Giménez ahora camina aliviado. Su rostro ya no denota molestia o desasosiego, porque el Cruz Azul, por fin dejó atrás la tristeza de ser sotanero de la Liga MX, tras ganarle a Pumas, el entonces líder.
“Nos daba mucha tristeza vernos en el último lugar. Los únicos culpables éramos nosotros y éramos los únicos que podíamos revertir esta situación”, asume el autor de los dos goles cemeneteros por la vía del penalti, el sábado pasado.
Los celestes encaran esta semana con ánimos de resurrección, para volver a ponerse en la pelea por la Liguilla. Cortar la racha de cinco partidos sin conocer la victoria (cuatro derrotas y un empate) les da esperanza. Giménez lo presume.
“Estamos contentos. Ganar un partido al superlíder, al que mejor estaba jugando, ayuda. Jugamos como lo teníamos que jugar, como lo habíamos planificado. Universidad es un rival que va y va y no para”, aplaude el volante.
Vencer a los felinos “en lo anímico, nos ayuda mucho. Cuando venías de tantas derrotas, con una victoria y contra el que venía primero, claro que ayuda mucho”.
“Podemos jugar mejor”. El gafete de capitán que porta Gerardo Torrado le da autoridad para hablar de que en Cruz Azul, las formas importan. No basta con ganar con base en penaltis, según el contención.
“Podemos jugar mejor, este equipo tiene la capacidad para hacerlo, pero el ganar te da confianza. Hay que mejorar”, explica.
De lograr un funcionamiento superior a lo mostrado en el torneo, Torrado ve a La Máquina en la Liguilla “si ganas algunos consecutivos te vuelves a meter a la pelea”.