Omar Bravo aceptó que fue un fracaso su paso por La Máquina de Cruz Azul. El atacante no cumplió con las expectativas que se giraron en torno de su contratación y abandonó la institución con la espinita clavada, al no poder ayudar a que el equipo rompiera con el ayuno de 15 años sin un título.

El mochiteco fue contratado por la directiva cementera en el Clausura 2012, luego de su paso con el Kansas City de la Liga Mayor de Estados Unidos (MLS). Jugó 36 partidos con la institución, 21 de ellos completos y consiguió apenas seis anotaciones. En la última parte del certamen pasado, tuvo pocos minutos en el terreno de juego.

“Desde que llegué, las expectativas eran altas sobre mí, ha sido así siempre y al no llenar esas expectativas personalmente, yo lo considero un fracaso, pero la vida continúa, esto es futbol, existía la oportunidad de seguir aquí, pero sopesé muchas cosas personales y en mi carrera para tomar la decisión”, dijo.

Aseguró que, si bien es cierto, no dio los resultados esperados, deja al cuadro cementero sin cargo de conciencia, porque sabe que se entregó, no sólo durante los partidos, también en los entrenamientos. Bravo Tordecillas apenas cumplió uno de los tres años de contrato que lo ligaba con la causa celeste.

“Tengo sentimientos encontrados, porque aquí he vivido muchas cosas, buenas, no tan buenas, una excelente relación con mis compañeros, con la directiva y el cuerpo técnico. Pasé un año muy grato para mí, en lo personal, y no tan grato en lo deportivo, pero hoy llegan nuevos retos y hay que asumirlos como tal”.

El ex atacante del Guadalajara reconoció que “siempre fui criticado, como lo puedan tomar, [pero] yo le tengo un gran respeto a la afición de Cruz Azul, viví cosas buenas con ellos, otras no tanto, pero es un equipo grande y acá, si no se sale campeón se buscan culpables. Yo les tengo respeto más allá de que nunca llegamos a hacer un clic al ciento por ciento y me voy por lo poco o mucho que me trataron”.

Comentó que llega motivado para enfrentar el reto que significa vestir la playera de los Rojinegros del Atlas, escuadra antagónica a Chivas, club con el que inició su carrera deportiva. Espera dar resultados para ayudar a que los Zorros se mantengan en la Primera División Nacional.

“Esos son escenarios pesimistas de que si voy y ya estaremos en Liga de Ascenso, no, yo realmente me estoy planteando escenarios optimistas, sé la responsabilidad que existe en el club, tampoco tengo tres años jugando, siempre hay retos donde sea y éste es uno de ellos, estoy listo para ayudar en lo que pueda”.

Bravo aseguró que “es un reto muy difícil, quisiera tener más calma, tiempo de pensar, pero sí lo tomo por convicción, porque yo quise”, sentenció el ariete, quien dejó a Cruz Azul ayer por la tarde, tras despedirse de sus compañeros. Se tiene previsto que este viernes ya trabaje bajo las órdenes de Tomás Boy, para preparar el Clausura 2013.

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