NUEVA YORK.— La de John, Jane, Sue y Joseph es una familia promedio de Estados Unidos y decidieron ir al Super Bowl XLVIII el próximo 2 de febrero, en Nueva York.
Su cuenta bancaria ya sufrió un doloroso golpe de 2 mil dólares, y eso si se encuentran dentro de los mil afortunados que podrán obtener boletos por 500 dólares.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, le expresó al diario New York Daily News que no le parecen exagerados los precios de las entradas para el juego de campeonato de la Liga.
Cuando le preguntaron si sentía que el aficionado promedio era marginado para acudir al Super Bowl debido a los elevados precios de los boletos, Goodell de inmediato sugirió que podían adquirir las entradas de 500 dólares, mismos que la Liga no permite que sean transferibles al mercado secundario para ser revendidos.
Es obvio que un boleto que cuesta 500 dólares es más asequible para las familias promedio en Estados Unidos que los que elevan su costo hasta más de mil dólares, pero ello no los convierte en pases de fácil adquisición para los aficionados. Aunque Goodell dice no tener claro el concepto de “fan promedio”.
“¿A qué se refieren con un aficionado promedio?”, preguntó Goodell al Daily News. “Nosotros no tenemos aficionados promedio. Nosotros tenemos grandes aficionados. Tenemos aficionados que son apasionados”. Apasionados, sino que acaudalados.
Se le explicó a Goodell que un aficionado promedio se refería a términos económicos y del salario que percibe un trabajador común en la Unión Americana, pero Goodell tampoco comprendió.
“Sigo sin entender a qué se refieren”, argumentó el comisionado de la NFL.
De acuerdo con el Buró de Censo de Estados Unidos, una familia promedio de su país, compuesta de cuatro personas, tiene una percepción anual de 67 mil dólares anuales. Eso es antes de pagar impuestos, renta, hipoteca, comida y gastos de entretenimiento, como salidas al parque o al cine.
Una familia de cuatro personas que pagan entrada en un juego de temporada regular gasta poco más de 400 dólares (incluido el estacionamiento, un refresco y un hot dog en el estadio).
Si tomamos en consideración todo, y que el Super Bowl se jugará en Nueva York —una ciudad con precios elevados— John y Jane invertirán más de 2 mil 500 dólares para llevar a su familia al juego.