Tampa Bay.- El escándalo de los balones desinflados que supuestamente usaron los Patriots de Nueva Inglaterra el pasado domingo, en el Campeonato de la Conferencia Americana, ha tomado nuevos rumbos.
El ex quarterback de Tampa Bay, Brad Johnson, admitió que pagó para sobornar a algunas personas para que manipularan los balones con los que se jugó el Super Bowl XXXVII, que su equipo, los Buccaneers, ganó 48-21 a los Raiders de Oakland en enero de 2003.
Johnson dijo que pagó 7 mil 500 dólares a ciertas personas (que no identificó) para que rasparan los balones que se usarían en el Super Bowl, con el fin de que tuvieran más “agarre”.
En entrevista con el periódico Tampa Bay Times, Johnson contó que fueron 100 balones los que se usaron para el partido celebrado en San Diego, y que la gente a la que sobornó manipuló todos y cada uno de ellos.
“Le pagué a algunos muchachos para que me arreglaran los balones”, confesó Johnson. “Los 100 balones y ellos se hicieron cargo”.
En pocas palabras, Johnson admitió haber hecho trampa para ganar un Super Bowl, sobornando a gente que trabajaba o trabaja para la NFL.
Mientras tanto, la Liga continúa con su investigación para determinar si los Patriots usaron 11 balones ligeramente desinflados en el partido por el boleto al Super Bowl, lo cual habría ayudado al quarterback Tom Brady y a sus receptores a sujetar mejor el balón.
Nueva Inglaterra y Seattle se enfrentarán el domingo 1 de febrero en el Super Bowl XLIX en Glendale, Arizona.
En una entrevista este miércoles con el portal Pro Football Talk, Johnson reconoció que sí dio una “propina” a algunos recogebalones, pero aseguró que él y el quarterback de los Raiders, Rich Gannon, se pusieron de acuerdo para no jugar con esos balones tan lisos en aquel Super Bowl.
“Rich Gannon y yo jugamos juntos en Minnesota, y nos pusimos de acuerdo”, dijo Johnson. “Nunca vi esos balones ni Rich Gannon vio esos balones. Y jugamos y nadie se quejó”.
Johnson dijo que ni Gannon ni los Raiders sienten que hubo trampa en ese Super Bowl.
“Hablé con Rich Gannon esta mañana y me dijo que ‘todo esto está fuera de proporción’”, agregó Johnson.
El ex quarterback de Tampa Bay reconoció que le dio una “propina” a los recogebalones, pero no recuerda si fueron 7 mil 500 dólares ni quiénes eran esas personas.
La NFL dijo que su investigación sobre si los Patriots utilizaron balones desinflados sigue en marcha.
Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de operaciones, dijo que “siguen esperando resultados”.
Vincent respondía así a la información de ESPN que dice que 11 de los 12 balones asignados a los Patriots estaban desinflados a razón de 2 libras por pulgada cuadrada de aire.
La NFL comenzó a investigar el tema no sólo porque alterar los balones pueda provocar una ventaja competitiva, sino porque podría comprometer la integridad del juego.
Desinflar un balón puede alterar la forma en que un jugador lo sujeta o en que éste viaja por el aire. Bajo las reglas de la NFL, cada equipo proporciona balones para su uso en el partido cuando su ofensiva esté en el terreno. Estos ovoides son inspeccionados antes del encuentro, y quedan al cuidado de personal designado por el equipo local.
El quarterback de los Patriots, Tom Brady, dijo que la investigación no le preocupa en lo absoluto.
El entrenador de los Patriots, Bill Belichick, eludió las preguntas sobre la investigación diciendo a los reporteros que debían preguntar a los dirigentes de la Liga. Antes, el coach había dicho que no estaba al tanto de ningún problema con los balones y prometió “cooperar plenamente con cualquier pregunta que haga la Liga”.
Belichick fue multado con 500 mil dólares en 2007 por hacer que uno de sus asistentes espiara las señas defensivas de los Jets de Nueva York.
El entrenador de los Colts, Chuck Pagano, relató que él no había notado problema alguno con los balones durante el partido.