Tres pasitos hacia adelante, puños apretados y garganta a punto de explotar. Guillermo Vázquez alistó el festejo cuando observó aquel pase de Ismael Sosa a Dante López. El delantero guaraní quedó sólo ante Agustín Marchesín. Era el tiempo de compensación. Parecía el triunfo para los Pumas ‘alternativos’... Hasta que el meta del Santos Laguna realizó la última de sus siete valiosas atajadas sobre el campo del estadio Olímpico Universitario.
Doloroso empate (1-1) para los felinos, más allá de que su estratega realizó nueve modificaciones respecto de la alineación con la que suele arrancar los duelos. Sólo permanecieron el capitán Darío Verón y el lateral izquierdo Luis Fuentes. Participar en la Copa Libertadores comienza a provocar rotaciones.
Aún así, gobernaron buena parte del duelo. La pared construida por Daniel Ludueña y López, culminada con la definición del ‘Hachita’, quien realizó dos fantásticos amagues previo a vencer al arquero albiverde (16’), resultó fiel reflejo a lo que ocurría en el hirviente césped.
El ‘script’ no cambió demasiado, salvo por la jugada en la que el volante chileno Bryan Rabello se internó en el área local y Josecarlos van Rankin no tuvo de otra más que sujetarlo para frenarle. Penalti convertido por Néstor Calderón (41’).
Oasis en el desierto que es la ofensiva de los Guerreros, incapaz de generar peligro constante.
El que resistió Marchesín para darle a los de La Comarca Lagunera su primer empate en el Clausura 2016 y la posibilidad de seguir en la lucha por un boleto a la Liguilla.
“Sí [preocupa el empate], sobre todo porque se pudo conseguir el triunfo, debido a la gran cantidad de llegadas de gol”, reconoció Vázquez, director técnico de los universitarios. “Ahora, vamos a tratar de lograrlas fuera para compensar”.
En lo numérico y anímico, porque ya saboreaba el éxito.