Un grupo de jugadores se acercan a la orilla de una pista de boliche. Mientras calientan y se preparan para el inicio del juego, escuchan atentos las instrucciones del entrenador Amleto Monacelli, de origen venezolano y quien fue catalogado como el jugador del año de forma consecutiva, en 1989 y 1990.
El inicio de Monacelli en los bolos se dio en su ciudad de origen, Barquisimeto, ubicada en el estado de Lara, Venezuela y en donde asistió por primera vez a una bolera a la edad de ocho años, en compañía de su padre.
“Desde el primer día que entré al bowling, de verdad que me gustó mucho. Me enamoré de todo, del ambiente y ¡Me absorbió!”, recuerda.
Después de esa visita, su padre construyó un bowling con la misma cantidad de pistas que curiosamente tiene la bolera Metro Lanes Bowling, ubicada en el municipio de Corregidora y donde este sábado, Monacelli asistió a impartir una clínica de entrenamiento para los amantes de este deporte en Querétaro.
“(El bowling) estaba prácticamente a cuatro cuadras de mi casa. Llegaba del colegio, tiraba el bulto y me iba al bowl a practicar. Empecé así a practicar y a practicar y a aprender hasta llegar a donde estoy”, añade el deportista.
Como parte de sus logros, Monacelli ha obtenido 20 títulos profesionales en la Professional Bowlers Association (PBA) y está clasificado como jugador de la fama por parte de esta misma organización, desde el año 1997. El United States Bowling Congress (USBC) también le dio al venezolano esta categoría en 2012. A ello, se le suman numerosas finales televisivas desde 1985.
Aunque Monacelli reconoce la cantidad de logros obtenidos, señala que los premios “llegaron mucho después” de iniciar en el boliche profesional. El jugador se estrenó las ligas profesionales en 1982 y fue hasta cinco años después, en 1987, cuando logró su primer título.
A los numerosos logros del deportista, se le suma una de las competencias que mayores enseñanzas le dejó en su carrera. Durante una competencia en Las Vegas, en Nevada, Estados Unidos se enfrentó a uno de los jugadores de bolos más reconocidos en América y que además, era su gran ídolo: Marc Roth.
“Prácticamente el final del juego fue muy difícil, porque la pista estaba en condiciones muy complicadas. Tuve que adoptar un juego opuesto a como yo lo hacía, para tener ese título. Cambie mi técnica a algo que para mí era medio antibowling, pero lo tuve que aplicar para agarrar lo que la pista me requería hacer. Además ganarle al ídolo, eso fue lo más grande. Sentí que finalmente, después de tanto trabajo, tanta frustración y energía podía ganarle a mi ídolo, la persona que para mí era lo más grande”, menciona.
Las pistas del Metro Lanes Bowling dieron cabida este sábado a 15 personas para aprender de uno de los jugadores de bolos más importantes. Monacelli señala que en México y en Latinoamérica, pese al buen nivel de los competidores, se requiere más entrenamiento para preparar a los jugadores, que en ocasiones, dice, aprenden por video o de forma autodidacta.
“Sobre todo (hay que preparar a) la gente que está empezando a jugar, para que vaya agarrando el amor, porque ese se va agarrando mientras tú vas aprendiendo y vas mejorando. Esto por lo menos es un abre bocas para toda esta gente que está participando y que quiere aprender más. Esto hará que ellos, puedan practicar y enamorarse de esta disciplina”, menciona.
Necesario fomentar el deporte: atletas
La necesidad de las autoridades de invertir en el fomento al deporte es un aspecto en el coinciden tanto Monacelli, como Enrique Ríos, organizador de esta clínica de boliche y entrenador certificado por la Comisión Nacional del Deporte (Conade).
“Desafortunadamente es una realidad”, lamenta Ríos, quien también participó como entrenador estatal de la selección juvenil e infantil en Querétaro. Ríos recalca que el fomento del deporte en los jóvenes, contribuye a impulsarlos para lograr sus objetivos profesionales y personales.
“Yo creo que una manera de hacer un mejor México es teniendo a la juventud haciendo deporte, motivarla a que hagan deporte y apoyarla para que crezcan porque eso les ayuda a nivel sicológico bastante (…) Hace falta apoyo por parte de gobierno, de los municipios, programas que permitan el desarrollo de este tipo de actividades y también de la iniciativa privada (…) Podría ser un buen punto de apoyo”, dice.
Por su parte, Monacelli sostiene que además de la falta de coaching para los jugadores de bolos, el apoyo del gobierno y las autoridades también resulta fundamental para que este deporte crezca y sus atletas mejoren.
“Este (coaching) es a costa de cada jugador, pero para que esto sea más seguido, necesitamos el apoyo del gobierno; y si las autoridades están buscando que los jugadores ganen medallas, tienen que invertir en ello (…) Cada ser humano, cada persona tiene una expectativa de lo que quiere lograr, dependiendo de eso va a cambiar lo que necesita. Sin embargo, la forma más económica y posible de hacerlo, no es ir a Estados Unidos y hacer una inversión tan grande, sino que personas como yo [jugadores profesionales] (...) podamos hacer visitas más frecuentes. Esto sería fabuloso, es la forma de evolucionar.
“Lo más importante de todas estas clínicas (...) es que no se quede aquí, porque lo más importante es cuánto tiempo ellos van a tomar en la pista para mejorar (…) estadísticamente la USBC hizo un análisis sobre esto y después de un coaching con un jugador sí hay cambio nuevo, se dice que toma aproximadamente mil 500 lanzamientos en 21 días para poder aplicarlo. Es al menos, una hora tirando la pelota para lograr esas mejoras”, expresa.
El entrenamiento en el Metro Lanes Bowling continúa, y los jugadores se alinean para lanzar las primeras bolas y lograr derribar los diez pinos colocados al final de la pista.
“La mente es la parte más importante, diría yo, en todos los deportes. Si tienes una entrevista con Djokovic o Nadal o Roger Federer, son jugadores extremadamente fuertes mentalmente y eso porque han trabajado sobre eso diario. Trabajas en la parte física, pero el cuerpo ya sabe qué tiene que hacer. La parte mental es la que hay que dosificar y ponerla en el canal adecuado”, añade Monacelli, antes de comenzar la práctica con los alumnos.