Clínica de periodismo
Conseguir un boleto para La Finalísima entre Cruz Azul y América puede convertirse en un aventura peculiar... y peligrosa.
Aficionados de ambos equipos capitalinos, en su mayoría cementeros, desde muy temprano llegaron al estadio Azul en busca de algunas entradas para el juego de ida por el título del Clausura 2013, que se disputará mañana por la noche.
Otros ya estaban ahí, pues “acamparon” desde el lunes en los alrededores del estadio.
A las 11 de la mañana se abrieron las taquillas. La fila rodeaba no sólo el inmueble de la colonia Noche Buena, sino también la Plaza México.
Y comenzó el caos cuando algunos revendedores intentaron meterse a la fila. Los aficionados formaron una cadena humana: entrelazaron brazos para no dejar entrar a nadie y algunos golpes volaron.
Para poder comprar un boleto era requisito indispensable presentar la entrada del juego de la semifinal ante Santos Laguna. La idea era evitar la reventa y dar preferencia a la verdadera afición celeste.
Y de la nada los revendedores comenzaron a ofrecer las entradas que les sobraron del partido ante los Guerreros del domingo pasado.
Así, los boletos que te daban derecho para comprar otro para La Finalísima costaban 500 pesos; y para el juego del jueves el precio oscilaba entre mil 500 para la zona general y dos mil 500 para plateas.
Por la tarde se realizó un operativo en coordinación con la seguridad privada del inmueble, la cual se redoblará el jueves, informó el jefe de Gobierno del D.F., Miguel Ángel Mancera.
“Vamos a tener un operativo [contra la reventa] muy fuerte, ésa es la instrucción que he dado a la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF). Lo supervisaré para que no se den prácticas que han acontecido”, dijo el mandatario capitalino.
“Se trabaja en el plan operativo para los dos eventos, tanto el del jueves como el del domingo [el partido de la vuelta, en el Azteca]. Se alistan todas las áreas: Protección Civil, la Procuraduría y, por supuesto, la Secretaría de Seguridad Pública”, agregó.
Policías preventivos detuvieron a 52 revendedores que, además, a cambio de 400 pesos, vendían lugares para evitar las largas filas en las taquillas del estadio.
Minutos antes de las siete de la noche, las taquillas se cerraron y cerca de 150 personas que traían su boleto de la semifinal, no alcazaron alguna de las localidades disponibles.
Hoy en el estadio Azul ya no se venderán más boletos para la final de ida. Sólo se expenderán vía internet, a través del sistema Ticketmaster, entre las nueve y las 11:00 horas.
La SSPDF informó que fueron desplegados 345 policías en las inmediaciones del estadio Azul. Para el juego de ida la dependencia aplicará un dispositivo con tres mil 875 uniformados.