Los reflectores lo alumbran como la gran figura de la Selección Nacional. Pero Oribe Peralta descarta ser un héroe dentro del Tricolor. Se siente como un soldado más dentro un pelotón que busca trascender en el Mundial Brasil 2014.
“La verdad es que sólo hago lo que me toca, lo demás, no importa. Yo no soy la figura, todos jalamos para el mismo lado”, considera el delantero, nuevo refuerzo del América.
El brillo de Oribe hizo que la Selección de México trascendiera hasta quedarse con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012.
Además fue el artífice de cinco de los nueve goles con los que el Tricolor derrotó en el repechaje a Nueva Zelanda para alcanzar el sufrido pase al Mundial.
Peralta no se enaltece por esos logros, porque el futbol no es un deporte individual, como enfatiza el artillero.
“Esto es de 11 jugadores, si fuera yo solo, como en el tenis, sería la figura, pero somos 11, más los que están afuera y la gente que nos ayuda, somos los que sacamos el trabajo adelante”, comparte Oribe.
La resolución de su futuro dejó tranquilo al coahuilense. Pasar de Santos a las Águilas, previo a Brasil 2014, le ha traído paz y confianza.
“Vas enfocado a lo que tienes qué hacer, ya no estás en la incertidumbre. Tienes que trabajar al máximo para llegar al nuevo club”, asume.
Antes de su reto como americanista, Oribe sabe que viene el Mundial, será uno de los momentos cumbres de su carrera.
“Estoy motivado, sobre todo por lo que viene, que es un gran reto”, augura.
