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Gran novillada en SJR

En la lidia con causa, Humberto Quevedo corta una oreja y Emiliano Osornio convence en su actuación

Emiliano no tuvo suerte con la espada y pinchó hasta en cuatro ocasiones, perdiendo los premios que ya tenía bien ganados (ARCHIVO. EL UNIVERSAL)
22/05/2017 |02:23
Redacción Querétaro
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Sabor y arte fue lo que vivieron los asistentes a la novillada a beneficio de la Congregación de las Madres Josefinas, donde partieron plaza las jóvenes promesas del toreo Andrés Suárez del Real, José Andrés Origel, Humberto Quevedo y Alejandro Reyes, con toros de El Batán, que dieron buen juego de principio a fin y fueron bien aprovechados por los alternantes, esto en el lienzo Charro Salvador Gómez Centeno de San Juan del Río.

La novillada contó con el niño torero de Aculco, Emiliano Osornio, quien lidió a un era de la ganadería de “La Victoria”, un ejemplar bien presentado cárdeno con cornamenta que era un reto para el pequeño torero.

Emiliano se abrió de capa sujetando al novillo con parones, lo llevó al centro por mandiles y remató con una media verónica que puso de pie a los asistentes.

Siguió aprovechando las embestidas por chicuelinas adornándose con un gran remate por revolera que inmediatamente ovacionaron. El momento emotivo fue al brindar, ya que se acercó a la madre superiora de la Congregación de las Josefinas, a la que dedicó unas emotivas palabras, que la monja agradeció y encomendó al creador al pequeño torero.

Con la muleta en la mano derecha inició su faena con doblones y pases de tanteo, rematando con un pase de pecho, ahí en el centro del ruedo le hizo la faena con tandas de derechazos bien rematadas con elegante pase de trincherilla, y pases de pecho recibiendo las aclamaciones del público. Intentó por el lado izquierdo en donde no tuvo la misma colaboración del socio, por lo que regreso a su mano derecha para adornar su faena con vitolinas y trincherazos muy bien rematados para recibir la aceptación del público. Desafortunadamente, Emiliano no tuvo suerte con la espada y pinchó hasta en cuatro ocasiones, perdiendo los premios que ya tenía bien ganados, sin embargo recibió gran ovación y la aceptación general del público, que ven en el de Aculco un gran prospecto de torero.

El único triunfador de la tarde fue Humberto Quevedo, quien pudo cortar el único apéndice del festejo al cuajar una faena de mucho empuje.