Tigres ya es un equipo de época, luego de confirmar su presencia en su cuarta final de Liga MX en los últimos seis torneos, tras dominar a Tijuana por 2-0 (4-0 global); se medirá con el Guadalajara.
Con precisión, incluso sin pisar el acelerador a fondo en el estadio Caliente, esto gracias al 2-0 que consiguieron en la ida en el Universitario, los felinos confirmaron su pasaje a una nueva final, con goles de Javier Aquino, a los 64 minutos, y de Jürgen Damm, al 92’.
Xolos jugó con 10 elementos desde el minuto 50 por la expulsión del argentino Guido Rodríguez y fue una nueva víctima de la ya conocida maldición del líder general.
El conjunto canino tenía que arriesgar ante su afición, con la obligación de hacer dos goles para emparejar el marcador global y tener chances; sin embargo, eso no lo forzó a lanzarse con todo al frente, lo hizo poco a poco, sabedor del potencial que tenía su rival de enfrente.
Tigres sacó el colmillo, jugó de manera pausada, con un ritmo cansino, por lo que preocupó muy poco la meta defendida por Gibrán Lajud y eso permitió que Xolos sí fuera capaz de inquietar al cancerbero argentino Nahuel Guzmán.
Tijuana se mostró mejor en el primer lapso, así se lo pedía la derrota de la ida. Careció de puntería.
El ímpetu trató de sobresalir en el cuadro dirigido por Miguel Herrera, pero nada fue suficiente, los intentos del colombiano Avilés Hurtado quedaron en eso y todo se acabó para el local, cuando una combinación del francés André-Pierre Gignac acabó en gol de Javier Aquino que valió el 1-0. A Tigres, que había perdonado el segundo tanto con un disparo fallado a bocajarro por Jesús Dueñas, le dio tiempo de poner el 2-0, tras otro pase de Gignac y una buena definición de Damm.
De esta manera, Tijuana se quedó con las ganas de disputar la segunda final en su historia y quedará en el aire el futuro de su técnico, “Piojo” Herrera, así como de sus figuras Avilés Hurtado y Guido Rodríguez.
Ahora, los regios jugarán su cuarta final en los últimos seis torneos de la Liga MX, ganó dos y perdió una; esto sin contar que en ese lapso perdió otras finales, dos de Liga de Campeones de la Concacaf y una de Copa Libertadores.