BELO HORIZONTE.— Viajaron más de 10 mil kilómetros con la ilusión de igualar la más grande proeza en la historia del Tri Mayor. Hoy sólo les queda tratar de evitar el ridículo.

Último partido de México en la Copa Confederaciones 2013, torneo ganado en 1999. Medirse con Japón luce como simple trámite, pero José Manuel de la Torre y sus futbolistas aseguran que tiene relevancia, sobre todo en el aspecto anímico.

“Japón es un equipo muy ordenado, algo a lo que nos tienen acostumbrados por su misma cultura. [Son] muy intensos, con jugadores de gran calidad, quienes la pueden explotar en cualquier momento, [pero] dentro de esa intensidad dejan espacios que se pueden aprovechar, como lo hicieron Brasil e Italia”, dice El Chepo.

“Tenemos que cerrar este torneo de la manera más decorosa, aprovechar todos estos partidos, porque sabemos que viene el partido contra Honduras de eliminatoria [6 de septiembre], el cual es importantísimo”, añade José de Jesús Corona. “Ahora estamos en tercer lugar, dentro de los clasificados [al Mundial], por lo que hay que sacar provecho de todo”.

Otro objetivo es no regresar a México con las manos vacías, como sucedió en 2001. El equipo entonces dirigido por Enrique Meza cayó ante Australia (0-2), Corea del Sur (1-2) y Francia (0-4); única vez que perdió los tres duelos en la fase grupal (cinco participaciones previas).

“Hay que cerrar esta Confederaciones con dignidad”, solicita Francisco Javier Rodríguez. “Vamos contra un rival que también será muy complicado, pero queremos ganar”.

Y tratar de limpiar un poco la dañada imagen que han dejado dentro y fuera del campo.

“Lo único que está en nuestra cabeza es Japón; [hay que] intentar ganarle para cerrar el torneo de la mejor manera”, reconoce Javier Hernández, quien es respaldado por Andrés Guardado: “Debemos sacar puntos. No nos podemos ir en cero”.

Si no, el papelón se consumará.

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