daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
BELO HORIZONTE.— Hacía más de una década que el balance anual del Tricolor, en cuanto a números, no era tan pobre. Eso explica los endurecidos rostros de un combinado al que simplemente se le olvidó ganar.
Durante 2013 la Selección ha jugado 11 partidos. Sólo ha superado a Jamaica (1-0) en Kingston. Lo demás, empates (ocho) y reveses (dos).
La más reciente ocasión que finalizó un año con más caídas que éxitos fue en 2001. Ganó 11 encuentros y perdió 12, con cuatro igualadas. Además de poner en riesgo su clasificación al Mundial Corea del Sur-Japón, finalizó última en la Copa Confederaciones y Enrique Meza fue sustituido por Javier Aguirre en el timón, terroríficos pasajes que los futbolistas de José Manuel de la Torre se niegan a repetir, por más que consideren haber sido traicionados por la suerte.
“A veces, dentro de un partido hay muchas circunstancias que te representan ganar, perder o empatar”, recuerda Andrés Guardado. “A lo mejor, esos pequeños detalles no han estado de nuestro lado o no siempre hemos estado 100% concentrados para que esas situaciones no pasen en nuestra contra y no consigamos el resultado que queremos, porque —al final— no hemos perdido”.
“Tenemos muchos empates, pero me quedo con lo que se hizo bien ante Brasil, la sensación que dio México, el respeto que le mostró el contrincante, lo cual también es bueno, habla bien de nosotros. Hay que ir a lo que queda de eliminatoria; hoy en día estamos en zona de clasificación [a la Copa del Mundo], dependemos de nosotros y hay que hacerlo bien”.
Con El Chepo como entrenador, el combinado mexicano acumuló una racha de 18 cotejos oficiales sin perder (13 victorias y cinco empates), mas la perdió ante Italia. Tras también caer con el Scratch du Oro, por primera vez hiló derrotas.
Pese a esto, José de Jesús Corona asegura que la crisis tricolor se debe “a la falta de fortuna. Sabemos que, en algunos momentos de los partidos, el equipo ha jugado bien, pero no hemos podido concretar”.