La FMF salió viva. Por lo menos, en el juego México-Nueva Zelanda no hubo una sola expresión de homofobia. El grito “¡Ehhh put..!” fue enterrado, al menos ahora.
A petición —indirecta— de la Federación Mexicana de Futbol, los aficionados que han formado los grupos “La Ola Verde” y “Destino Tricolor”, se juntaron para realizar una campaña exprés y tratar de impedir que el grito se escuchara en el estadio.
Desde temprano, los grupos de animación se juntaron en el hotel donde se concentró la Selección Nacional para preparar la estrategia, que consistió en una manta en donde se leía el comunicado que lanzó la FMF cuando se dio la advertencia de FIFA, además de repartir fotocopias de éste.
Ya en el estadio, los fanáticos conocidos como el Caramelo y el Santo se colocaron en una de las entradas, desplegando su manta. Las autoridades de la zona trataron de sacarlos, argumentando que no habían pedido permiso para esto.
La manifestación no tuvo el eco esperado de manera directa, aunque muchos de los aficionados que llegaban ya traían la consigna de no expresarse de esa manera en las tribunas.
La hora de la verdad llegó cuando apenas al 3’, el portero de Nueva Zelanda despejó. Como previo, la gente comenzó a aplaudir y —cuando salió el balón por los aires— no se escuchó el grito, aunque poco antes del final del juego dos aficionados fueron sacados del inmueble por realizar la polémica expresión.