El equipo fue manufacturado para no romper con la racha de 31 temporadas consecutivas con Playoffs, pero con el correr de los encuentros, la ilusión de un campeonato ha despertado en la gerencia de los Diablos Rojos del México.
Y es que, el gerente general de la institución escarlata, Roberto Mansur, es claro y señala que la apuesta por la juventud incluía riesgos, pero todos amortiguados para no quedarse sin postemporada.
“El equipo fue hecho para clasificar a Playoffs, poco a poco han venido a más y con 21 juegos restantes y 11 y medio sobre el cuarto lugar, la calificación está asegura. Ya en Playoffs, cualquier cosa puede suceder, pero con los equipos que lucen como contendientes, el México se ha mostrado bien”, señaló Mansur.
Con 11 series consecutivas en el bolsillo, la novena capitalina se ha situado como el equipo fuerte de la Zona Norte y es que ya saca seis juegos de ventaja sobre los Sultanes de Monterrey, segundo en el circuito norteño.
“Los jugadores jóvenes a quienes se les ha dado la oportunidad de jugar están respondiendo y han sido respaldado por los veteranos. Hoy nadie corre como Carlos Figueroa, él es una ventaja para la velocidad de la ofensiva. Gabriel Gutiérrez está bateando como nos tenía acostumbrados. El mismo Japhet Amador empezó a producir y todo eso sumado a un pitcheo que se ha mantenido en buena forma, han dado los resultados”, detalló el dirigente de los pingos.
Aunque en un principio, los resultado no eran lo que se pronosticaba, Roberto Mansur sostuvo que un arrepentimiento por la reestructuración del equipo y la baja de algunos nombres de jerarquía, nunca pasó por su cabeza.
“Fue una medida institucional, donde don Alfredo Harp Helú estuvo presente. Sabíamos que teníamos que tomar la decisión, ya que los grandes nombres que antes teníamos, prácticamente ya no estaban con nosotros. Era un equipo que se había hecho viejo. Yo propuse la reestructuración y para sorpresa de nosotros, el equipo es protagónico y con una profundidad en el róster que antes no se tenía”, dijo Mansur, quien de paso quitó presión al manager Miguel Ojeda y sus pupilos, pues el título 16 no es una obligación por ahora.
“En la postemporada, la juventud nos puede pesar o los jugadores pueden demostrar que están para grandes cosas. Todo puede pasar”.
El mandamás de los Diablos Rojos del México se mostró contento por la barrida que le propinaron a los Sultanes de Monterrey, pues fue una forma de vengar la que los regiomontanos hicieron a principios de años en el Infierno Solar.