NANJING.— Lo prometió al emprender su viaje a Nanjing. “Voy a regresar con una medalla”, dijo la halterista Ana Lilia Durán. Y lo cumplió.

Ayer, la oriunda de Baja California logró la plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud y con ello México superó la cosecha conseguida en Singapur 2010.

“Estoy muy emocionada. Después de un proceso largo sin ver a mi familia, hice una marca personal, así que me siento demasiado contenta”, aseguró la bajacaliforniana.

Ana Lilia, de apenas 16 años de edad, logró levantamientos de 85, 88 y 90 kilogramos en el arranque, así como 112, 118 y 120 en envión, para totalizar 210 en la sumatoria de ambas modalidades.

“Fue una competencia de presión y estrategia; sentía esa adrenalina y me dije: ‘No puedo fallar’, y le di con todo. Muy pocas personas tienen la oportunidad de llegar a unos Juegos Olímpicos, así que me siento muy orgullosa de representar a México y a mi estado. Es un sueño hecho realidad”, dijo la seleccionada en los 63 kilogramos.

La nativa de Mexicali suma a su palmarés el metal olímpico juvenil, luego de ser multimedallista en la Olimpiada Nacional, además de las preseas obtenidas en los Campeonatos de Eslovaquia 2012 y Uzbekistán 2013.

Con el logro de Durán, la halterofilia mexicana repite podio en la justa juvenil, después de la obtención del bronce en Singapur, por conducto de Aremi Fuentes.

“Había un compromiso de superar lo que se hizo hace cuatro años, así que gracias al trabajo de todos en este proceso, estoy hoy aquí con esta medalla de plata”, afirmó.

El primer lugar fue para la egipcia Sara Ahmed, quien levantó 103 kilogramos en arranque y 125 en envión, para una total de 228, mientras que el tercer lugar fue para Sofiya Zenchenko, de Ucrania, quien dejó registros de 88 y 120, para alcanzar 208 kilogramos levantados en la sumatoria.

El trabajo de Ana, admiradora de Soraya Jiménez, se dio de manera fluida, con una buena estrategia del entrenador José Manuel Zayas.

“Salieron las cosas conforme a lo planeado. Lo importante era analizar a nuestras rivales, principalmente la de Ucrania [Zenchenko] y la rumana [Hulpan], pues eran las dos mejores de Europa”, dijo.

Ana relató que en la primera parte de su competencia estuvo nerviosa, porque sabía de la calidad de las rivales, sobre todo, de la egipcia.

“Le hice caso a mi entrenador, porque desde que estaba en la sala de espera me dijo que si quería estar con una medalla debía dominar el nervio, y así lo hice y al final se vieron los resultados positivos”.

La siguiente meta de la seleccionada será conseguir su boleto para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se llevarán a cabo en el puerto de Veracruz.

Google News

TEMAS RELACIONADOS