Deportes

La magia ha vuelto con gol

La magia ha vuelto con gol
21/09/2014 |23:01
Redacción Querétaro
Pendiente este autorVer perfil

GUADALAJARA.— Esa sonrisa de dientes prominentes es la fachada perfecta para la alegría que el futbol le produce. Ha llegado a México con 34 años de edad. Una vida entera dedicada a este deporte. Es feliz con la pelota y hace felices a quienes lo ven con la redonda en los pies. Ronaldinho es un jugador de otra galaxia. Se para en el estadio Omnilife con autoridad para conducir la victoria del Querétaro, por 4-1, sobre Chivas.

En sus piernas habita la magia. Es un imán que a punto está de llenar la casa del Rebaño Sagrado. Es recibido por una afición que en teoría debería ser su rival. Y el brasileño no tarda en mostrar su brillo. Decían, cuando fue contratado por los Gallos, que ya no es el mismo que ganó el Balón de Oro y conquistó todo con el Barcelona. Pero su esplendor es incuestionable.

Minuto 4. Ronaldinho pisa la pelota en medio campo. Toca suave y al espacio. Genial. Deja solo a Camilo Sanvezzo, que se quita al arquero Antonio Rodríguez tras un rebote que le queda para disparar al arco. Carlos Salcido desvía con la mano. El árbitro Luis Enrique Santander decreta la pena máxima y expulsa al rojiblanco.

No hay duda de quién habrá de tirar desde el manchón. Ronaldinho acomoda la redonda. Durante su debut en Copa MX ya falló un penalti ante Tigres. Hoy cambia de técnica. Pierna derecha. Mágica. Un toque a la red. Al costado izquierdo del arquero, que se tiende en dirección contraria. Gol al 5’. El primero que hace en México.

Tras el abrazo de sus compañeros, que regresan a medio campo, el brasileño se queda cerca de la línea lateral. Baila. Es la samba del éxito. Sonríe y exhibe esa inconfundible dentadura. Esta feliz. Porque el futbol le genera eso, sin importar cuántos años haya pasado pateando un balón. La algarabía es eterna.

Una más. Desde el centro, levanta la mirada. Toca por abajo. Preciso. Exacto. Perfecto. Camilo Sanvezzo persigue la redonda y ante la salida de Rodríguez, define al 70’. No es suyo el gol, pero lo ha puesto. Es feliz.

William da Silva prueba suerte de muy lejos. Un disparo controlable. Pero Antonio Rodríguez falla de fea forma. Se come el 3-0, al 75’.

Cuando la pizarra electrónica muestra el número 49, la tribuna del Omnilife se pone de pie. Es enorme la ovación para Ronaldinho, que abandona al 77’. El brasileño responde con una sonrisa y palmadas dirigidas a la afición que se rinde ante él.

El resto sólo completa el marcador. Giovani Hernández marca un golazo (84’) y Othoniel Arce dispara de lejos (93’). El 4-1 definitivo para un Querétaro que ha sufrido drástica metamorfosis con su refuerzo de lujo.