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Boca del Río .— El brillo de sus raquetas destella rayos dorados cada que le pegan a la pelota y sus miradas con sed de triunfo irradian total satisfacción. Es con este semblante que el equipo mexicano de racquetbol se llevó cuatro oros en la jornada de ayer, comandados por Paola Longoria, la mejor raqueta del mundo y abanderada nacional en los Juegos Centroamericanos, así como con representantes queretanos en la final varonil.
Los tricolores dejaron latente su nivel de élite mundial en esta disciplina con las conquistas en los torneos de singles y dobles tanto varonil como femenil, además con las dos finales de sencillos entres raquetas tricolores.
Álvaro Beltrán fue el encargado de otorgar los dos oros para Querétaro. El primero en individual, en donde se impuso a su paisano Daniel de la Rosa por 15-7 y 15-2, para, un par de horas después, sumar su segundo metal áureo en el dobles, junto a Javier Moreno.
Esta dupla tricolor de varones ganó en la final más disputada de la jornada a los dominicanos Luis Pérez y Junior Rodríguez, por 15-10 y 15-6.
“El representar a México es el honor más grande que tiene un atleta. Siempre va a ser un honor para mí el pisar la cancha con los colores de mi país. El nivel de Centroamérica es cada vez más fuerte y eso nos obliga a subir nuestro nivel”, apuntó Beltrán.
Ahora vienen las competencias por equipos, en donde el objetivo se mantiene de ir por los dos oros en disputa. Para lograrlo, los mexicanos confían en sus raquetas y en sus miradas doradas, las cuales buscan ganarlo todo en Veracruz 2014.
“Estoy contenta de que hoy [ayer] hayamos sumado dos medallas de oro, de los tres compromisos a los que vengo en estos Juegos Centroamericanos, pero también fue un gran día para el racquetbol. Tanto los hombres como las mujeres hicieron el uno y dos y en los dobles también se consiguieron las medallas”, destacó Longoria, quien portó el lábaro patrio en la inauguración de esta justa regional.
Paola conquistó el primer lugar en singles femenil al imponerse a su compatriota Samantha Salas por 15-2 y 15-3, en juego celebrado en la cancha principal del Complejo de Raquetas de Leyes de Reforma. Esa misma contundencia de la número uno del mundo se repitió en la final de dobles.
Ya con Samantha como compañera, las mexicanas doblegaron a las guatemaltecas Ana Martínez y María Rodríguez por 15-4 y 15-2.
“En singles y dobles tratamos de hacer el juego más contundentemente posible. Salir lo más agresivo que se pudiera… El resultado y el objetivo era tratar de ganar la confianza perdida por mi derrota en el tour profesional. Esta medalla es para la gente que nos ha venido a apoyar”, dijo Paola.
Salas confesó estar triste tras caer ante Longoria. No obstante, esa melancolía se convirtió en felicidad cuando le colgaron el oro por la victoria en el dobles, con lo que pudo escuchar el himno nacional en lo alto del podio. Samantha se presentaba luego de una hernia discal que la dejó parada dos meses.
“Para mí es un logro grandísimo el haber podido estar en dos finales después de que estuve sin jugar mucho tiempo”, dijo Salas.