Continúa viviendo su sueño. Gustavo Ayón, el único mexicano en la NBA, no sólo sigue marcando su huella en el mejor basquetbol del mundo, si no que además mutó de piel durante la temporada baja de 2012 y jugó ante su familia y seguidores en territorio tricolor.
Fue un collage de momentos que tuvieron su origen el 1 de enero del presente año, cuando debutó en las duelas estadounidenses enfrentando a los Kings de Sacramento. Fueron dos minutos en los que a pesar de no colaborar con anotaciones dio muestra del carácter que imprime en cada jugada.
Ayón culminó la campaña anterior con los Bobcats de Nuevo Orleans con 54 juegos en los que tuvo participación, en 24 lo hizo desde el inicio. Durante su estancia con la quinteta de Nueva Orleans, el nayarita promedió 5.9 puntos por encuentro, 4.9 rebotes, 1.4 asistencias y un bloqueo.
Números que provocaran que los reflectores de otros equipos voltearan a ver al ex jugador del Fuenlabrada de España.
Orlando apostó por él y en una negociación en la que se incluyó a Ryan Anderson, el orgullo de Zapotán llegó al conjunto de Florida.
El 7 de octubre, Ayón enloqueció a la Arena de la Ciudad de México en el juego de pretemporada que sostuvo ante su ex equipo. A pesar de caer en el marcador, El Titán fue ovacionado en cada jugada.
Desafortunadamente para el mexicano, el inicio de la campaña 2012-2013 no fue el deseado, una lesión en el pulgar de la mano izquierda le imposibilitó iniciar la temporada, lo que a la postre provocó que el coach Jacque Vaughn lo mantenga relegado. Ayón promedia 2.9 puntos, 3.2 rebotes, 1.5 asistencias en 24 juegos, ninguno de titular.