SAN SEBASTIÁN.— Se enfiló al vestuario con el puño derecho cerrado y esa sonrisa que tanta polémica genera. Carlos Vela y la Real Sociedad lo hicieron: derribaron al coloso blaugrana (3-1).
Gran exhibición del club donostiarra, con el atacante mexicano en rol estelar. No hizo gol, coqueteó con las redes catalanas, pero sirvió uno y desquició a la zaga del Barcelona. Suficiente para ser ovacionado.
El Barça tropezó un año más en Anoeta. Los locales aprovecharon la mala noche de los culés, cuyo entrenador, Gerardo Martino, fue expulsado. Ahora están tres puntos detrás del Real Madrid.
Cuando se cumplía la primera media hora, la Real dispuso de una ocasión, en un remate de Vela. Fue el preludio del gol, que llegó tras un saque de esquina en el que Song introdujo el balón en su portería.
El Barcelona se puso las pilas y no tardó ni dos minutos en igualar, gracias a una de sus jugadas de toque, culminada por Lionel Messi.
Con Anoeta volcado en el apoyo a los suyos, Mikel González tuvo el 2-1 en un cabezazo a saque de esquina; enseguida llegó el segundo: una obra de arte en la combinación entre Vela y Antoine Griezmann, que el francés convirtió en gol (53’).
La Real quería más, veía que el adversario estaba tocado, sin patrón en el banquillo ni en el campo... Y llegó el tercero, obra de Zurutuza.
Se jugaba mucho, pero el coloso catalán no era consciente de eso. Inmerso en un estado de confusión notable, no acertaba a encontrar el sendero de entrada a la portería local.
Estaba más cerca el 4-1 que el recorte de distancias y, en el último arreón del Barça, llegó otro gran susto para Víctor Valdés, en un balón que Vela estrelló en el poste.
Le faltó el gol al chico, pero igual sonrió. Hizo sufrir al gigante.