Aquella celebración cargada de intensidad y ademanes obscenos costará a Tomás Boy no estar en la banca durante los próximos dos juegos ligueros del Cruz Azul.
La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol suspendió un par de encuentros al polémico director técnico de La Máquina, quien inició un conato de bronca por su festejo en el gol que significó el definitivo empate (3-3) en el Clásico Joven efectuado el sábado en el Azteca.
Tras el zapatazo de Joao Rojas que hizo estéril el vuelo del meta Hugo González, el ‘Jefe’ realizó su característico festejo, que incluyó varios cortes de manga hacia la banca de las Águilas. De inmediato, el delantero argentino Darío Benedetto le reclamó.
Ambos se encararon, por lo que varios elementos azulcrema y celestes intervinieron para que la reyerta no se hiciera más grande. Aldo Leao Ramírez y Christian Giménez intentaron calmarlo.
Mediante un comunicado, la entidad que imparte justicia en la hoy llamada Liga MX aseguró que Boy se perderá los duelos con el Monterrey y los Pumas “por festejar los goles con actitudes groseras, como ademanes o burlas, o francamente antideportivas”.
El show protagonizado por el timonel duró aproximadamente cuatro minutos, por lo que los Cementeros no gozaron de más tiempo para intentar llevarse todo el botín del Estadio Azteca.
La sanción no agrada a sus jugadores, quienes consideran que tiene el derecho de celebrar.
“Cualquier jugador y director técnico es libre de festejar como quieran”, subraya el volante de contención Rafael Baca. “Obvio, bailes, se han visto de muchos jugadores. Que lo haga Tomás... No veo algo malo en eso”.
Además de Boy, el Cruz Azul no podrá contar con Gerardo Torrado para el choque ante los Rayados. El ‘Borrego’ también fue expulsado durante la trifulca y recibió un juego de suspensión “por emplear lenguaje oral o corporal ofensivo, grosero u obsceno y/o gestos de la misma naturaleza”.
Fue reportado por insultar al árbitro asistente José Luis Camargo, pero —a través de su cuenta de Twitter (@gerardotorrado6)— el tres veces mundialista asegura que no lo hizo: “Es su palabra contra la mía y el jugador siempre sale perdiendo... El arbitraje es parte del juego, y errar es humano, pero afectar el espectáculo e influir en el trámite del juego no es correcto”.