Guadalajara .— El capitán lo festeja como pocos. Entiende perfecto el sentir de un rojiblanco. Por eso, cada gol de Omar Bravo se grita con los pulmones, pero se celebra con el corazón. Y este, el 118 de su vida como rojiblanco, vale oro puro. El mochiteco recibe el abrazo de sus compañeros, tras marcar el 1-0 frente a Toluca.
Es un tanto que, a la postre, resulta definitivo. Es suficiente para una victoria difícil. Trabajada. Complicada. Ante un rival calificado. Chivas confirma que vive, después de muchos años de tristeza, un buen momento. Tres puntos que huelen a salvación, pues ahora se encuentra a ocho del Puebla en la tabla del descenso. Y en la general, el Rebaño Sagrado es tercero con 20 unidades. El proyecto de José Manuel ‘Chepo’ de la Torre avanza.
Con las derrotas de Puebla y Leones Negros, el Guadalajara se encuentra ante la gran oportunidad de despegarse casi definitivamente de la zona del descenso. Con esa premisa enfrenta este encuentro de la jornada 11. Sin embargo, el arranque de partido es complicado. Toluca se para mejor sobre la cancha del Estadio Omnilife.
El Rebaño vive minutos difíciles. Víctor Montaño recibe una pelota filtrada, pero Michel sale a tiempo, para tapar el remate con el cuerpo, al 12’.
Chivas empieza a llegar. Primero, de forma tímida, con un derechazo de Marco Fabián que Alfredo Talavera controla (16’) y un cabezazo de Omar Bravo que termina en las manos del guardameta visitante (21’).
Después, elabora mejor. Isaac Brizuela se perfila solo dentro del área, después de una finta que deja a la zaga confundida. Y manda una diagonal que huele a gol, pero el capitán Bravo no alcanza a conectar, pues la defensa se le adelanta, al 27’.
Y enseguida, el mochiteco le devuelve el “favor” al ‘Conejito’. Hace una bicicleta al entrar al área por el costado derecho. Supera a su marcador. Manda un servicio preciso. Brizuela salta. Conecta de cabeza. Pero Talavera ataja. Por eso, a pesar del 0-0, el cuadro local se va al descanso entre aplausos.
En el arranque del complemento ocurre lo mismo. Los rojiblancos viven un buen momento. Tras la victoria como visitante frente a Puebla, rival directo en la lucha por la salvación, la confianza del plantel ha crecido. Es notorio en la cancha.
Raúl López recibe el balón cedido en un saque de manos por el costado derecho. El joven se ha afianzado en el puesto. Levanta la mirada. Toca raso para Omar Bravo, dentro del área. El capitán se da la vuelta y cede a Marco Fabián, quien le devuelve la pared sin pensarlo. El mochiteco queda solo frente al arquero. Define ante la salida de Talavera. Gol de Chivas, al 48’.
El estadio rojiblanco, con casi 40 mil personas, explota. La algarabía es total. Por la situación que vive el equipo, cada punto es importante. El de Bravo es un gol que vale oro. Además, el capitán llega a 118 tantos con esta camiseta. Se encuentra a sólo cuatro anotaciones del legendario Salvador Reyes, máximo anotador en la historia de Chivas.
Los nervios entran, entonces, en los Diablos Rojos, hoy vestidos de negro. El técnico José Saturnino Cardozo es expulsado al minuto 54, por protestar al árbitro, cuando el Guadalajara vive sus mejores momentos.
Toluca está obligado a ir al frente. Víctor Montaño supera dentro del área la marca de Miguel Ponce y Carlos Salcedo. Huele a peligro. La diagonal es ligeramente retrasada. Marco Bueno remata con un taconazo. La redonda busca el poste más lejano. Angustiosamente, se escurre Chivas se salva al 75’.
Todavía en tiempo de compensación, Lucas Lobos controla dispara raso, pero afuera. El silbatazo final pone a Chivas cerca de la salvación: se encuentra a ocho puntos del Puebla, cuando restan 18 por disputar. Pero lo hecho por el Guadalajara da incluso para más: hoy, con 20 unidades, es tercer lugar de la tabla general.
