Dos jornadas más. Dos partidos. Sólo eso falta para saber si Gallos Blancos permanece en la Primera División del futbol mexicano, y si no, lo harán como hombres, peleando hasta el último minuto.
Eso ha demostrado este plantel, en este Clausura 2013. El pasado pesa, pero los hombres de Ambriz, han demostrado que como equipo, juntan los hombros, para entre todos, cargar y tratar de resarcir un daño acumulado de varios años atrás, por malas decisiones superiores y desencantos administrativos.
El presente cambia. Este equipo ha llegado a un notable avance dentro del campo y juega buen futbol.
El trabajo se nota desde que llegó Nacho. Esos avances pausados de las líneas, con control de balón y esperando el momento de un acelere de Apodi por la banda derecha, por ejemplo, con pase filtrado de Marco Jiménez, o de más atrás, del colombiano Enríquez, resulta en su mayoría de las veces en centros al área, en posibilidades y algunas en goles.
Las estadísticas no favorecen a los emplumados en su partido de la jornada 16. Se han enfrentado 15 veces en torneos cortos, de las cuales, ocho veces se ha inclinado la balanza hacia el Rebaño Sagrado, otras cuatro son igualadas y tres, sólo tres veces el triunfo ha sido para Querétaro.
Tres victorias con gran significado para la afición. La primera en 2002, recién llegados a la Primera División, luego que se comprara una franquicia ascendente (La Piedad), en la fecha 19, ganando 4-2 en el Jalisco.