CHIMALHUACÁN (NTX).— “La parte bonita del boxeo es que nos da la oportunidad de ser mamás, no sólo somos boxeadoras, también somos mujeres y el nacimiento de Valentina es una motivación más en mi carrera”, consideró Esmeralda Moreno, campeona minimosca en receso.

La Joya Moreno, como se le conoce en el ambiente boxístico, obtuvo el cinturón minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante Marisela Quintero y semanas después de su coronación se encontró con la novedad de que estaba embarazada, que esperaba a su primer bebé.

Esa situación obligó a la peleadora originaria de Chimalhuacán, estado de México, a interrumpir por primera vez su meteórica y exitosa carrera sobre los cuadriláteros, en la que ya ostentaba la corona minimosca del prestigiado CMB.

“Fue una experiencia inolvidable, la parte bonita del boxeo femenil es que nos da la oportunidad de ser madres, de que también somos mujeres y que damos vida a otro ser humano”, dice acompañada de su esposo Rafael Carranza y cargando en sus brazos a Valentina, de 40 días de nacida, en el gimnasio del Vaquero Díaz.

Moreno Beiza es nativa del barrio Vidrieros del municipio de Chimalhuacán, uno de los más marginados del estado de México, donde impera la pobreza. Una película recordó su primer encuentro con el deporte de los puños.

“A los 13 años me inscribí en el gimnasio, quería hacer pesas o aeróbics, pero al ver a la gente que entrenaba boxeo me llamó mucho la atención, comencé a practicar, me gustó mucho, desde entonces me cambió la vida totalmente”, recuerda la pugilista.

Con poca experiencia profesional, a los 20 años de edad, Esmeralda viajó a Alemania, donde perdió luego de una polémica decisión ante la púgil local Alesia Graf. De fuerte carácter, la mexiquense no se rindió, al contrario, se motivó para seguir adelante con tenacidad y gran técnica, y a sus 26 años puede presumir que ha ganado los campeonatos nacional mosca, nacional minimosca, mundial juvenil, el mundial plata y el mundial minimosca.

De repente deja de observar los costales, las cuerdas y suelta los guantes para cargar a Valentina, su pequeña heredera, su nueva motivación e inspiración para seguir destacando en el llamado “boxeo rosa”.

“Me estrené como mamá, con experiencias nuevas, ahora dedicada a mi bebé y también ansiosa de regresar al boxeo”, comentó mientras cubría a su bebita con un cobertor y bajo la atenta mirada de su esposo.

“Mi percepción cambió con el nacimiento de Valentina. Antes sólo peleaba sin ninguna preocupación, ahora seguiré con el ánimo de conseguir una buena paga para asegurar el porvenir de mi hijita”, dijo con ambición Esmeralda Moreno.

La Joya, consciente que ahora su principal preocupación y razón de vivir es su hija, aseguró que “si antes me pagaban cinco pesos, me subía a pelear; ahora buscaré mejores bolsas y mi Valentina será mi fan número uno y por ella seré la mejor”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS