Los resultados serán los fiscales de Juan Carlos Osorio. Cada marcador que obtenga servirá para poner en la balanza si continúa al frente del Tricolor.
Hoy tiene otra prueba, contra Jamaica, partido que definirá a uno de los finalistas de la Copa Oro. La Selección Mexicana parte como favorita y obligada a avanzar.
“Si el tiempo me va a alcanzar o no [para consolidar mi proyecto], no es mi decisión. Nuestro contrato, más allá de mis intenciones y las del presidente [de la Federación Mexicana de Futbol, Decio de María], tendrá que ver con los resultados, por el respeto que le tenemos a nuestros jefes”, deduce Osorio.
“Si continuaremos o no, no me pongo tiempos, pero estamos dando todo lo que está a nuestro alcance para ir al Mundial y llevar a México lo más alto posible”, anuncia.
La era del actual estratega del Tri ha sido turbulenta, sobre todo debido a las críticas por su sistema de rotaciones y sus arrebatos contra los árbitros, que le costaron una suspensión de seis partidos que todavía paga en la Copa Oro.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, Osorio muestra una cara distinta a su anterior aparición. Previo a Honduras, apareció con un semblante parco, respuestas cortas y tajantes. Se veía enojado. Pero en esta ocasión, da espacio a la sinceridad, por lo que descubre sus argumentos para seguir como seleccionador de México, aún después de Rusia 2018.
“La mayor motivación es dar siempre nuestro 100% y darlo todo por contribuir al futbol mexicano, por el agradecimiento que tenemos con los jefes: Decio, Guillermo [Cantú, secretario general de la FMF] y Santiago [Baños, ex director de Selecciones Nacionales], quienes fueron los que me trajeron”, dice.
Esta noche en el mítico Rose Bowl, el Tricolor “B” encara una prueba compleja, por el antecedente inmediato. El 0-0 entre ambos en la fase de grupos de la Copa Oro fue el resultado que comenzó a sembrar muchas dudas en torno al representativo nacional.