A Miguel Herrera no le funcionó la defensa, el mediocampo y la delantera. El Necaxa derrotó (2-1) al América, que careció de ideas.
La velocidad de los Rayos fatigó a la defensa azulcrema y, a pesar de la anotación de Roger Martínez, refuerzo para el Apertura 2018, el ataque lució chato y sin imaginación.
Dos contragolpes de los hidrocálidos, terminados en los pies de Víctor Dávila y Brian Fernández, sentenciaron el juego en contra de los capitalinos, resentidos por las bajas de Jérémy Ménez, Cecilio Domínguez y por la ausencia de Mateus Uribe, todavía en descanso por su participación en el Mundial.
Las Águilas se encontraron ante unos Rayos sólidos en la defensa y preparados mejor físicamente. Los rojiblancos aguantaron los pelotazos azulcremas y, cuando tenían la oportunidad, los lastimaron.
Al 35’, Daniel Álvarez mandó un balón filtrado, preciso para la velocidad de Dávila, ante una defensa azulcrema descolocada. Víctor Aguilera abandonó su sitio, lo que permitió el ingreso del atacante. Con un recorte al centro se quitó la marca de Bruno Valdez y remató al arco, con un Agustín Marchesín ya vencido. Primer gol de la velada.
El más desesperado por encontrar el gol fue Miguel Herrera, quien se rascaba la frente (sin despeinarse) cada vez que sus jugadores perdían el control del esférico o lo tocaban hacia atrás.
El América contrató piernas veloces, las del colombiano Martínez, quien intentó lucir en su debut con el cuadro de Coapa. Buscó el gol hasta que lo encontró.
El nuevo delantero recibió solo el balón y cruzó su disparo al poste derecho de Hugo González.
Pero el gusto duró poco, porque Brian Fernández sentenció el cotejo que cerró la primera fecha del Apertura 2018, mediante un contragolpe letal del Necaxa. La fórmula perfecta para derrotar al América.
Con las bajas de Ménez, Domínguez y Diego Lainez, al Piojo no le quedó de otra más que meter al campo a Édson Álvarez y al juvenil Antonio López.
Al América, ya en la desesparación, no le funcionaron los balonazos al área. La zaga hidrocálida no dejaría pasar algo.
Los berrinches de Herrera con su cuerpo técnico deberán quedarse en Aguascalientes y pensar en esquemar una mejor estrategia para la semana siguiente.
En los 45 minutos que estuvo Peralta en la cancha del Victoria, desaprovechó dos oportunidades. Será la edad (34 años) o la falta de preparación, pero le costó ubicarse.
Quien más hizo falta fue el colombiano Uribe, pues había acostumbrado al conjunto de Coapa a crear el futbol y a repartir el esférico.