La armonía de la noche en Ciudad Universitaria sólo puede ser fracturada por la triste actuación de un equipo que luce perdido en el campo. Pumas rompió con el equilibrió al perder el invicto como local y con una afición que cambió por momentos el “¡cómo no te voy a querer!”, por el “¡fuera Palencia!”, luego de tropezar 1-2 ante Monarcas Morelia.
Los felinos lucían favoritos para este partido por el simple hecho de que en los últimos torneos habían dominado a la monarquía en cancha del Olímpico Universitario. Siete triunfos que los capitalinos ostentaban en las últimas nueve visitas de los michoacanos. Por otro lado, la expectativa estaba centrada en dos de los chilenos del conjunto auriazul.
Nicolás Castillo, una máquina de hacer goles —sobre todo en este territorio—, y el nuevo refuerzo Marcelo Díaz, mediocampista que hizo su primera aparición en la banca, luego de su arribo a nuestro país, el viernes pasado. Poco antes de la media hora de juego, la despoblada tribuna parecía encontrar sentido a la noche, cuando Castillo movió las redes con un tiro dentro del área.
Sin embargo, desde el sector derecho, el auxiliar uno levantaba su banderín para invalidar la anotación en un atinado fuera de lugar. A lo largo del primer tiempo, Nico tuvo hasta siete intentos, que poco exigieron al meta Sebastián Sosa.
El técnico Juan Francisco Palencia, tras manotear y desgastarse en indicaciones, ajustó su esquema a los 46 minutos, después del descanso, al sustituir a Néstor Calderón por Marcelo Díaz, quien fue bien recibido por su afición.
El flamante refuerzo de los universitarios tuvo una discreta actuación colocado por sector derecho. Pero hasta ahí.
Luego, el Morelia despertó. Sacó su versión más peligrosa del torneo y a los 50 minutos de partido, en una jugada de tres toques que Diego Valdez filtró a Raúl Ruidíaz, para sacar de su cabaña al portero Alfredo Saldívar, el peruano definió de pierna derecha (1-0).
Con el gol en contra, los Pumas presionaron en zona alta, en busca de cortar la salida rival. Y lograron su cometido cuando Castillo dio un respiro con el empate, al 65’. El chileno rescataba momentáneamente a los suyos con un remate de cabeza, luego del centro a segundo palo del canterano Jesús Gallardo, para el 1-1.
Pero en tres minutos, los esfuerzos auriazules fueron inútiles, luego que Sebastián Vega venció a Saldívar con el 1-2 en la pizarra.
Los universitrios insistieron mientras la afición en la grada no dudó de acompañar los últimos minutos del reloj con reclamos y abucheos. “¡Fuera Palencia, fuera Palencia”, se escuchaba en coro.
Una mano del defensor Guzmán dentro del área de Morelia, no fue señalada como penalti por el árbitro Fernando Hernández, pero tampoco es para cargarle la derrota al silbante. La noche de ayer, ni Castillo salvó a Pumas.