Alejandra Sulser recorre en bicicleta 40 kilómetros, con 15 kilos de ayuda en su espalda, para llevar los víveres a los puntos afectados de la Ciudad de México.
Ser triatleta le da la condición para lograrlo. La solidaridad con las víctimas del terremoto, el impulso necesario para tener fuerza en las manos y las piernas.
“Ando de voluntaria en la bici. Reparto víveres, medicinas, herramientas en diversos lugares. Nos movemos desde el Huerto Roma Verde La Cibeles, CU, la Plaza de Toros y Xochimilco”, narra la deportista de 27 años a EL UNIVERSAL DEPORTES.
Dos ruedas, en una zona de desastre como la capital del país, son mejores que cuatro. Al haber vialidades cerradas por los derrumbes de edificios en las colonias Roma, Condesa y Tlalpan, “podemos llegar más rápido y con mayor control si andamos en la bicicleta, porque en automóvil es casi imposible”.
Ser triatleta le ha dado cualidades para ser parte de las brigadas que apoyan a los damnificados y rescatistas, que buscan liberar personas. Va y viene, prácticamente sin descanso.
“Hay piernas para movernos. Mi disciplina me ha servido mucho, porque hay que tener habilidad para que no te tiren y tener resistencia. El miércoles di cuatro viajes con la mochila llena de 15 kilos de croquetas para perro. Tengo la fuerza”, relata.
El sismo del 19 de septiembre pasado fue dramático para Sulser: “estaba en el coche, fue feo. Iba en Periférico, por abajo. Me tocó ver cómo se caía un letrerito y me asusté.
“Me aventé al camellón para salirme de ahí. No me pasó nada, afortunadamente, pero vi cómo a un motociclista le cayó una piedra encima”, recuerda.
Entonces, volvió a casa, tomó su bicicleta, “porque quería ayudar y me comencé a sentir muy útil con ésta. Con la bici pude ayudar más y validar que realmente se necesitan cosas en donde solicitan los víveres”.
Alejandra se prepara para hacer un Iron Man. Antes es una heroína que va y viene en dos ruedas con kilos de ayuda en su espalda para ayudar a las víctimas del devastador terremoto.