Desesperación, angustia, tristeza, desánimo, resignación, son algunos de los sentimientos que experimentan a diario los Gallos Blancos del Querétaro.
Y es que en 14 jornadas apenas han logrado empatar tres partidos y perder 11. Sólo tres puntos de 42 disputados, en el último sitio de la tabla general así como de la de cocientes. Es, para colmo, el plantel más goleado con 29 anotaciones en contra y únicamente 10 a favor.
Pese a todo esto, hay algo de fortuna en el seno queretano: su rival directo en el descenso, el Atlas, está tres puntitos arriba de ellos. Y aunque el dicho reza: consuelo de muchos, consuelo de tontos, los queretanos se aferran a esa posibilidad para continuar su lucha.
Sergio García, portero de Gallos, comenta, por ejemplo, que hay fortuna en el hecho de que los rojinegros tampoco suman y la diferencia de tres puntos no se ha incrementado.
“No se puede olvidar el pasado, pero tenemos que pensar en el futuro, quedan nueve puntos. A pesar de que no se nos han dado los resultados, tenemos la fortuna de que ellos no ganan y está en nuestras manos sacar este torneo”, se consuela García.
Sobre las declaraciones de Sergio Bueno, entrenador del Querétaro, al término del compromiso ante Monarcas, en las que reprochó a sus muchachos la ausencia de ganas de llevarse la victoria, García no coincide con el sentir de su estratega.
“Obviamente la opinión del técnico es muy válida, él es el que mueve las piezas, pero nosotros somos quienes estamos adentro del campo”, justifica. “Y hasta el final del partido seguimos peleando. Morelia se nos vino al frente y es complicado agarrarlos así. No era malo un punto, era sumar… el partido se estaba terminando y no teníamos claridad para hacer daño adelante. Por eso pensamos en mantener un poco atrás”.
En la siguiente jornada, los queretanos estarán visitando a los Reales de San Luis, equipo con el cual se mantiene una rivalidad de hace años, sobre todo cuando jugaban en la división de ascenso. Hoy, para Luis Ángel Landín, es un compromiso que no se pueden dar el lujo de perder, pues se juegan más que los tres puntos.
“Este partido, si bien no hemos ganado en toda la temporada, tenemos que hacerlo. Dar la vida dentro del campo, porque no se puede perder ante estos rivales, porque es un clásico, te juegas el orgullo, la dignidad, todo... y no hay de otra”.