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Los pequeños detalles, los nombres sin reflectores y la gente que viene de la banca o el bullpen están llamados a ser los actores que marquen la diferencia en una Serie Mundial con organizaciones que muestran rostros casi idénticos.
Si la situación de juego exige gente de la banca, los Medias Rojas tienen talento para trabajar con versatilidad. Y es que tener que sacrificar al bateador designado para los juegos 3 y 4 del Clásico de Otoño obliga al piloto Patirrojo, John Farrel, a establecer una estrategia que ponga en jaque el pitcheo rival.
Quintin Berry con 28 bases robadas en mismo número de intentos es sinónimo de velocidad en las almohadillas, si corredor emergente se necesita, Daniel Nava, Jonny Gomes , Will Middlebrooks o Bogarts Xander son jugadores de primer equipo que al estar en la banca darán refresco tomando en cuenta la situación.
Con gente en base el conjunto de Boston fue el más eficiente en cuanto al robo de base al concretar el 86.6 por ciento. La pelota chica tiene cabida en los Medias Rojas y el éxito en su ejecución podría restar presión a Ortiz y el resto de los peloteros de poder.
En San Luis, con menos estrellas en el banco, Shane Robinson y Daniel Descalso pueden alternarse para entrar como emergentes, además los Cardenales contarán con el soporte de Allen Craig, quien jugará como bateador designado cuando los juegos se disputen en Boston.
Craig promedió .315 en 134 partidos de temporada regular, con 13 jonrones y 97 carreras, antes de lesionarse el 4 de septiembre.
Desde el bullpen Koji Uehara levanta la mano. Es el mejor relevista en cualquiera de los dos equipos, y ha sido tan brillante en octubre como en la temporada regular. Ligó 27 apariciones seguidas sin permitir carreras y retiró a 37 bateadores en fila, garantía para cerrar los triunfos.
El relevo de San Luis encabezado por Trevor Rosentha apenas permitió tres carreras en 19 innings contra los Dodgers.