Dirige a una Selección que irremediablemente carga los pesados eslabones áureos de esa cadena elaborada durante los más recientes años.
Sergio Almaguer sabe que los reflectores estarán sobre el Tricolor Sub-20, el cual, dentro de un mes buscará su clasificación al Mundial de la categoría, con varios de los chicos que conquistaron el planeta hace dos años, dentro del combinado infantil, bajo las órdenes de Raúl Gutiérrez.
Losa que aumenta, debido a la histórica medalla de oro obtenida en Londres 2012. Las Selecciones Mexicanas con límite de edad se han habituado al cielo, y Sergio también anhela llegar, por más cautela que refleje en el discurso. Se trata de un compromiso ineludible, pero que –según el ex futbolista— no distrae a sus jóvenes.
“Más que presión, refuerza la confianza de ellos”, sentencia. “El ver que se ganan dos mundiales Sub-17 [2005 y 2011], [Juegos] Panamericanos [2011], ´preolímpico, [Juegos] Olímpicos, copas de Oro, que la Selección Mayor anda muy bien... Todo eso da confianza de que sí se puede”.
“No es que los resultados anteriores nos obliguen. Se vuelve ya como una necesidad de seguir ganando. Tuvimos varios torneos internacionales y en muchos países de Europa obtuvimos campeonatos, así es que el equipo se ha acostumbrado a triunfar”.
Por lo que “el compromiso es llegar lo mejor posible y aspirar a lo máximo. Ganar todo es la idea”.
El representativo mexicano integra, con Curazao y El Salvador, el Grupo D del premundial, a celebrarse en Puebla del 18 de febrero al 3 de marzo. Su hogar será el estadio Cuauhtémoc y sólo necesita alcanzar las semifinales para asegurar un sitio en Turquía 2013, ya que la Concacaf recibe cuatro cupos.
“Nuestro trabajo es que no caigan en exceso de confianza los jugadores, porque –al final—, no es fácil. El partido puede ser sencillo o difícil, dependiendo de cómo lo llevemos a cabo”, aclara Almaguer. “Tratamos de que el funcionamiento sea adecuado y seamos contundentes, para poder tener las circunstancias a nuestro favor; sin embargo, no hay un solo encuentro que se haya ganado antes de jugarse”.
“Tenemos la eliminatoria en casa, nos marcan favoritos, pero más que obligación, veo como necesidad ganar el boleto para el Mundial. Debemos ir paso a paso, muy mesurados”.
Carlos Fierro, Julio Gómez, Richard Sánchez, Jorge Espericueta y Antonio Briseño, son algunos de los futbolistas que aspiran al histórico doblete (Sub-17 y Sub-20).
“El Mundial que ganó la Sub-17 con El Potro y Mario Arteaga, [fue con] jugadores nacidos en 1994 y 95. Ahora, esta Selección es [de] nacidos en 1993 y 94”, aclara el técnico. “Los 1994 más sobresalientes son los que han estado siendo considerados. Si hubiera un 95 que sobrepasa esas expectativas, sería llamado, como en el proceso pasado de la 20, que eran 1991 y 92, pero un 93 estuvo en el Mundial [en Colombia], el caso de Érick Torres”.
El grupo carga los eslabones de una cadena dorada que hoy presume el futbol mexicano.