Acapulco.— A Grigor Dimitrov, Acapulco le trae buenos recuerdos. Además de ser el campeón defensor del Abierto Mexicano de tenis, el búlgaro ha conseguido algunos de sus mejores triunfos en tierra guerrerense. Uno de ellos, el año pasado ante el número tres del ranking mundial, Andy Murray.
Así que, en la edición XXII del torneo, el búlgaro espera convertirse nuevamente en protagonista.
“Estoy ansioso por entrar a la cancha, siempre es un gusto participar en este torneo porque me encanta jugar cerca de la playa. Me he enfrentado un par de veces a mi rival de mañana [hoy] pero aquí se puede vivir una historia diferente, sólo voy a hacer lo que sé y dar mi mejor esfuerzo como en cada partido”, dijo Dimitrov, quien hoy se enfrenta a Filip Krajinovic.
Ayer, el número 10 del ranking mundial, junto con la eslovaca Daniela Hantuchova, una de las principales figuras del cuadro femenil y el mexicano Santiago González, salieron de la rutina y visitaron La Quebrada, lugar emblemático en el puerto de Acapulco.
A 35 metros de altura, los jugadores disfrutaron de un par de saltos que los dejaron asombrados y aprovecharon para tomarse algunas selfies en el espectacular paisaje.
“La verdad es que a mí me gustan los deportes extremos, pero yo no me lanzaría de tan alto, esto es una experiencia fascinante y la verdad respeto mucho a quienes realizan estos clavados”, dijo Dimitrov, quien en todo momento se mostró amable y con buena disposición.
En una acción inesperada, Grigor, novio de Maria Sharapova, se despojó de la camisa, tenis y calcetines, se persignó y colocó al borde de las rocas donde amagó con aventarse. Pero todo fue falsa alarma, el búlgaro dio las gracias a sus fans y volvió a vestirse.
De figura espigada y rostro afilado, Daniela Hantuchova se mostró un poco más temerosa con la altura de La Quebrada. Sin embargo, la eslovaca estuvo siempre de buen humor y dispuesta a tomarse fotos con algunos aficionados que se la solicitaron.
“Éste es un increíble paisaje, además observar a esos muchachos lanzarse es una experiencia que no se olvida con facilidad. Espero venir aquí las veces que me sean posibles”, dijo la guapa tenista, quien ayer avisó su retiro del certamen ya entrada la noche.
Hantuchova, quien hace poco obtuvo su primer título en dos años, se decía ilusionada por participara en el certamen del Puerto de Guerrero. Era de las favoritas para llegar a las finales al ser la novena sembrada.
En la actividad también estuvo presente el mexicano Santiago González, quien confesó que no pisaba el lugar desde hace 15 años.
“Tiene mucho que no venía a La Quebrada, fue una experiencia enriquecedora, pero yo nunca me lanzaría de esa altura ni aunque practicara 200 veces, tan sólo la sensación de estar arriba es muy fuerte”, dijo.
En un ambiente de camaradería, los tenistas posaron para los fotógrafos, grabaron el momento con sus teléfonos celulares y posaron junto con los clavadistas del lugar.
Al final de la experiencia, Santiago y Grigor se lanzaron un clavado de una altura aproximada de 4 metros y regresaron al hotel de concentración.
El cordobés, quien llega al Abierto tras coronarse en el torneo de dobles de Memphis, espera que en esta ocasión sí pueda conseguir un título para el país anfitrión.
“Estoy jugando bien, ojalá sea la gran semana que yo espero, éste es el torneo más importante para mí”, dijo.